Coronavirus en Asturias | Citas más espaciadas y test para quienes se operen o hagan una prueba diagnóstica

El consejero de Salud, Pablo Fernández, reconoció ayer que «nuestra situación está lejos de ser buena, al menos epidemiológicamente». La crisis sanitaria del coronavirus «no ha pasado. Queda mucho y va a ser muy complejo. Por eso hay que programarlo con tiempo». Era su tercera comparecencia ante el grupo de trabajo creado en la Junta General para hacer un seguimiento de la situación, y en esta ocasión Fernández tuvo que escuchar los reproches de PP y Podemos. La diputada popular Beatriz Polledo criticó su «triunfalismo» mientras que Daniel Ripa le echó en cara haber pedido un mes antes de realizar test a todos los usuarios y profesionales de los geriátricos de la región.

En lo que respecta a la recuperación de la actividad asistencial que tuvo que ser aplazada hace más de un mes, el consejero explicó que la vuelta a la normalidad será escalonada y supondrá mantener las estructuras que se han puesto en marcha en las últimas semanas, como el centro Credine de Barros o la residencia universitaria de Mieres. Y, en su caso, recurrir al hospital de campaña de la Feria de Muestras.

Tanto en Atención Primaria como en Especializada se mantendrán las zonas de triaje y los circuitos separados para pacientes COVID-19 y los que acuden por otras patologías para garantizar la seguridad frente a posibles contactos. Además, según adelantó la gerente del Servicio de Salud del Principado, Concepción Saavedra, en el momento en que los facultativos empiecen de nuevo a pasar consulta y programar intervenciones y pruebas dianósticas se hará de forma que las citas sean espaciadas en el tiempo. Asimismo, antes de entrar en quirófano o someterse a una prueba diagnóstica, los pacientes serán sometidos a una prueba de detección de la enfermedad, bien a través de un test rápido o de una prueba PCR. Son cuestiones que quedarán reflejadas en un plan que el Sespa espera tener listo la próxima semana.