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El curioso método de contar en China

La realidad es la tasa de morbilidad del 18% (entre casos confirmados y graves) y la mortalidad crítica del 13,60% de aquellos que fallecen entre los casos graves

Santiago M. Herrero

Martes, 25 de febrero 2020, 17:30

China es actualmente el país con mejor educación del mundo, desplazando a Singapur, según el último informe del programa de evaluación internacional de alumnos (PISA). En las competiciones aritméticas los alumnos resuelven ecuaciones matemáticas velozmente, combinando los movimientos de la mano izquierda y una imagen mental del cálculo del ábaco chino.

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Pues bien: desconocemos si hacen algo parecido para el contaje aritmético de pacientes tras el brote de coronavirus. Dos días antes del año nuevo 2020, cuatro pacientes con una neumonía de causa desconocida, que no respondían a los antibióticos, los llevaron a estar alerta por su parecido al SARS-CoV (síndrome respiratorio agudo severo) que causó estragos en el sur de China durante 2002.

Tres días después son admitidos 44 pacientes, siendo entonces informada la Organización Mundial de la Salud. El día 7 de enero logran identificar un nuevo coronavirus al que llaman 2019-nCoV. La OMS es informada de nuevo el 11 y 12 de Enero de que todos los casos tenían en común una exposición en el mercado de mariscos Huanan Seafood Wholesale Market, donde son vendidos todo tipo de animales salvajes para su consumo. A partir de aquí se descubre la secuencia genética del virus (96% de coincidencia con la del virus SARS y el MERS-CoV), ligada a los murciélagos como reservorios. La transmisión entre humanos se comprobó y el intermediario (de animal a humano) aún no se ha descubierto. El mercado fue cerrado y desinfectado.

El 21 de enero, 581 casos confirmados, 95 pacientes graves y 17 muertos, principalmente en la provincia de Hubei, obligan a tomar medidas extraordinarias, con un total de 58 millones de personas encerradas desde el 23 de enero, curiosamente un día antes del inicio de las festividades del año nuevo chino, que mueve centenares de millones de chinos dentro y fuera del país.

Dieciocho días después del aviso a la OMS, un total de 11.953 casos confirmados, de los cuales eran graves 1.795, ya habían causado 259 muertes. La alarma llevó a la paralización de la actividad económica y social y al aislamiento internacional, con la prohibición de vuelos desde y hacia China con 19 países afectados.

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La metodología de contaje de los responsables de la salud en Hubei se basaba en casos confirmados con las pruebas del RT-PCR (test del ácido nucleico) mediante las secreciones respiratorias (nariz y garganta), añadiendo un potencial de riesgo de contagio entre los sanitarios.

Un mes después del informe a la OMS, el aumento es imparable (45.171 casos confirmados y 1.114 muertos), aunque los medios oficiales refieren la baja mortalidad (un 2,5%). Entonces, la Comisión Nacional de Salud de la Republica Popular China, junto a estadísticos, un estudio clínico radiológico y expertos, idearon modificar el contaje, añadiendo casos confirmados clínicos a través de la tomografía axial computerizada (TAC) del pulmón, dada la presencia de falsos negativos en el test. La técnica del TAC es rápida y ayudaría a tratar a los pacientes tempranamente. De la noche a la mañana aparece un pico de 15.514 casos nuevos, reajustando de 44.387 a 59.901 casos (muchos acumulados).

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Explicaciones ridículas, porque cuatro días después vuelven a modificar el sistema de contaje (según dicen, redistribución de pacientes confirmados y diagnosticados clínicamente). Las cifras del día 12 de febrero desaparecieron y un nuevo pico (19.572 nuevos confirmados) aparece el día 16 de febrero. Lejos de normalizar el sistema, es modificado de nuevo tres días después, con el argumento de haber perfeccionado la prueba RT-PCR que evita los falsos negativos (algo difícil de creer, porque la fiabilidad nunca es del 100%). Mientras, los números de nuevos casos confirmados parecen disminuir en los dos últimos días, aunque los casos graves y la mortalidad siguen incrementandose (77.800 confirmados y 2.360 muertos a nivel mundial).

¿Qué dice la OMS? Básicamente sigue los datos ofrecidos por el Gobierno chino, pero con poca capacidad de crítica a mi entender, y oficialmente llamó al virus COVID-19.

Contajes inusuales desde el principio, imposibles para realizar tendencias estadísticas, generando desconfianza y escepticismo. Uno podría ocultar, pero china hizo lo opuesto, al incluir 15.000 casos más (¿transparencia?). La mortalidad global (ahora 2,97%) es una tasa que yo llamo 'anti-alarma'. La realidad es la tasa de morbilidad del 18% (entre casos confirmados y graves) y la mortalidad crítica del 13,60% de aquellos que fallecen entre los casos graves. El final de la enfermedad es imprevisible si el contaje no es fiable incluso en contra de uno mismo.

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