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El edil Manuel Ángel Vallina, junto a los miembros del jurado del concurso.

Val de Boides, el mejor palu y el mayor orgullo

Fiesta de la Sidra Natural. La trigésima edición del certamen gijonés llegó a su fin con la entrega del Elogio de Oro al caldo elaborado por el llagar Castañón

FÉLIX PÉREZ

Lunes, 30 de agosto 2021, 00:53

Val de Boides sigue encabezando la lista de las sidras más premiadas de Asturias. La bebida con denominación de origen protegido ha vuelto a ser ... galardonada con el Elogio de Oro de la Fiesta de la Sidra Natural de Gijón, después de haberlo conseguido por vez primera hace ahora diez años.

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Veintidós palos de sidra concursaron el jueves en el primer corte de la trigésima edición del certamen, de los cuales seis lograron pasar a la ronda final celebrada ayer. El Jardín Botánico vivió una intensa jornada a la espera del desenlace. Un jurado compuesto por cinco especialistas y enólogos muy vinculados al mundo de la manzana fue el encargado de decidir durante una intensa cata a ciegas -las botellas estaban envueltas en papel de aluminio para impedir cualquier irregularidad-, la mejor sidra natural del festival. Después de que el dominicano Wilkin Alquines, ganador del campeonato de escanciadores de Asturias 2021, escanciase los culinos, los expertos analizaban el olor, el sabor y el posu que dejaba cada una de las sidras durante el certamen. Estuvo reñido y necesitaron dos vueltas para proclamar ganador.

Tras una larga deliberación, fue la sidra Val de Boides, elaborada por el emblemático llagar Castañón del concejo de Villaviciosa, la ganadora del festival. El maestro llagarero Julián Castañón, quien ya está acostumbrado a este tipo de actos y homenajes, celebró el acontecimiento junto a su mujer María Jesús Rollín. En su opinión, el secreto para tener la mejor sidra de Asturias durante dos años consecutivos -2020 y 2021- y ahora recibir el Elogio de Oro radica en el cuidado de la fruta: «La producción ha de realizarse con esmero. No vale coger toda la pumarada y meterla en los sacos sin control como se hacía antes. Se ha de hacer más despacio para conseguir una mejor materia prima» explica. Castañón selecciona las mejores manzanas y analiza los valores de cada pieza para esta sidra, además de «los puntos de maduración, el alcohol que se puede sacar, la acidez y, por supuesto, la mezcla correcta de la sidra en los distintos toneles», señala el llagareru. De entre las más de 70 variedades de manzana asturiana existentes para elaborar sidra, Castañón selecciona entre ocho y diez, de las cuales al final se trabajan solo dos o tres.

Val de Boides destaca por un color amarillo pulido, un aroma afrutado excelente tanto por su olor como por el sabor que ofrece y una acidez que resalta el frescor de cada botella. Por ello, se ha convertido en la favorita de Julián y María Jesús: «Nos encanta esta sidra». Fueron ellos mismos los encargados de recoger el premio, una placa de Pablo Maojo, de la mano del concejal de cultura Manuel Ángel Vallina.

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