La forma más sencilla de sacar una astilla sin alfileres ni pinzas
Se trata de un método que no causa dolor
Son muchas las causas que pueden provocar que nos pinchemos con una astilla. Se trata de un hecho de lo más común y para el que suelen existir diferentes protocolos de actuación. El riesgo de que se pueda infectar, así como el dolor que esta llega a causar en la persona afectada, hacen que, instintivamente, nuestra primera reacción sea tratar de sacarla, generalmente, con el método más rápido que tengamos a mano.
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Pero esto puede conllevar múltiples complicaciones, ya sea porque podemos llegar a abrir aún más la herida para tratar de sacar la astilla y, con ello, hacemos que aumenten también el riesgo de infección y el color. O bien porque utilicemos un instrumental poco apropiado, con el que provocamos que entre suciedad en la herida abierta, con el consiguiente prejuicio que puede llevar parejo este hecho.
Lo más común, en el caso de que la astilla esté aún en la capa más superficial, dejando una parte de esta al aire que se pueda sacar, es utilizar unas pinzas de depilar. Con ellas, se puede arrastrar desde el lado que está expuesto, pero a pesar de que pueda parecer la forma más fácil y rápida de sacarla, en caso de que esta se encuentre muy incrustada en la piel, será inútil.
Otra forma muy empleada en los casos en los que se ve que la astilla ha quedado encajada en la piel es la de utilizar un alfiler. Con él, se procede a abrir la piel en primer lugar, para luego sacar la astilla, lo que precisa que este se desinfecte previamente. Además de ser una manera muy dolorosa de sacar la astilla, puede llevar a presentar graves complicaciones, pues el riesgo de infección es muy alto.
Por todos estos motivos, lo más recomendable a la hora de tratar de sacar una astilla incrustada es apostar por una jeringuilla. La forma de llevar a cabo el procedimiento es cortar la punta, colocar el agujero donde se encuentre la astilla incrustada y tirar del émbolo, evitando la entrada de aire. Así se crea un vacío que facilita la salida de la astilla sin necesidad de tocar la herida. Para terminar la extracción, en caso de que no salga del todo, se aconseja el empleo de pinzas.
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El último paso a tener en cuenta es la necesidad de terminar desfinectando la zona, limpiándola cuidadosamente primero y usando Betadine u otro antiséptico después.
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