«Luchamos contra la desigualdad, la pobreza y el cambio climático»

Han pasado que seis años desde que en 2015, la Asamblea General de la ONU adoptase la llamada Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.Se trata de un plan de acción para abordar los grandes retos globales, y de este modo, favorecer tanto al planeta, como a las personas que vivimos en él.

Un total de 193 países apostaron por este plan, concretado en una agenda de 17 objetivos, con 169 metas, que deberían, en teoría, cumplirse para el año 2030.

Los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), heredados de los ODM (Objetivos de Desarrollo del Milenio), entre otros múltiples propósitos, son metas que luchan por la igualdad entre las personas, la protección de nuestro planeta, y sobretodo, para asegurar una prosperidad y un buen futuro para todos.

Lo más significativo de la Agenda 2030 es que implica a todo tipo de actores para este cambio tan esperado y a la vez, necesario. Es decir, no solo implica al sector gubernamental, sino que compromete tanto a empresas como organizaciones sociales y cualquier otro tipo de motores que operan a nivel interncional,nacional, regional y local.

EL COMERCIO organizó ayer una Jornada sobre la Agenda 2030, en la que pusieron sobre la mesa tres de sus ejes principales: igualdad, pobreza y cambio climático.

Violeta Assiego, directora general de infancia y adolescencia del Gobierno de España, reivindicó la importancia de fomentar la lucha contra las desigualdades en todos los planos sociales. Assiego no solo se refirió a la situación de España, sino que hizo ver la relevancia de que las decisiones que se toman a nivel local o nacional afectan a otros países que, aunque a veces «creemos que están lejos de España», continúan siendo relevantes para el bienestar glocal, especialmente en los casos en los que violen e incumplan los derechos humanos, en los que es un imperativo ético actuar.

Asimismo, la directora general de infancia y adolescencia puso de relieve otro de los temas que más preocupan en esta Agenda 2030, el elevado incremento de la pobreza infantil en España.

A su vez, Enrique Segovia, director de la conservación de la oficina española de WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), puso de manifiesto la importancia de ser más formales y reflexionar sobre la lucha contra el cambio climático, una cuestión que según él, «en España hemos tardado demasiado en tomárnoslo en serio».

También se contó con la participación en las jornadas de este tridente de profesionales, Héctor Colunga, director de la Fundación Mar Niebla, y presidente de la Red Europea de lucha contra la pobreza y exclusión social en Asturias.

Al cierre de la jornada, y para conocer qué es lo que está haciendo el Gobierno regional en este área, participó José Antonio Garmón, director general de Gobernanza Pública, Transparencia, Participación Ciudadana y Agenda 2030.

Garmón recordó que la Agenda 2030 es un plan de acción común con compromiso universal para tratar de atender y resolver esos problemas urgentes que, «aunque en ocasiones nos tapemos los ojos para no ver», siguen siendo una urgencia para todos, tanto a nivel personal como global. «El tiempo corre», y si en algo coinciden el tridente de expertos y José Antnio Garmón, es que estos problemas influyen a todos los ciudadanos, y, aunque « nosotros luchamos contra estas injusticias, tenemos que arrimar el hombro entre todos para conseguir lidiar con ellas»,

Otro de los puntos a subrayar en la Agenda 2030 es que el concepto que subyace a los ODS es el de incluir a toda la Humanidad en su conjunto de objetivos. No se habrán cumplido los ODS si solamente se cumplen para unos pocos.

Sin embargo, los ODM, establecidos en el año 2000, únicamente contaban con 8 objetivos a cumplir, y aspectos como la reducción de pobreza, la mejora de las condiciones de vida en barrios marginales, o el acceso al agua potable se lograron tres años antes de la fecha límite que estaba fijada. Además, los OMS, al contrario que sus antecesores, abordan los conflictos de todos los países.

Por eso, como manifestó Violeta Assiego, «todos están interconectados», por lo que «no debemos «hacernos los suecos» y es nuestra obligación moral hacer lo que esté en nuestra mano para derribar los inconvenientes y cumplir con los objetivos marcados por la OMS.

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