Más del 60% de los españoles apoyarían políticas alimentarias dirigidas a combatir la obesidad

El 44% de los hombres y el 31% de las mujeres tiene sobrepeso, un problema que cada vez afecta a más individuos y que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a alertar de que en Europa, la obesidad ha alcanzado «proporciones epidémicas». En el viejo continente, casi un 60% de los adultos y uno de cada tres escolares presenta exceso de peso u obesidad.

Estos datos llevan tiempo preocupando y cada vez son más las políticas que se ponen en marcha para tratar de reducirlos. Políticas alimentarias que, según una investigación realizada por expertos de la Escuela Nacional de Sanidad (ENS) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), y publicada en la revista 'Environmental Research and Public Health', serían apoyadas por más del 60% de la población.

El estudio ha recogido la opinión de más de 1.000 personas representativas de la población adulta española que, a través de entrevistas telefónicas, han respondido a preguntas relacionadas con nueve medidas alimentarias dirigidas a limitar el consumo de comidas y bebidas poco saludables que aumentan el riesgo de obesidad, divididas en cuatro ámbitos. En la muestra también han tenido en cuenta determinantes sociodemográficos relacionados con el apoyo o no de dichas políticas.

En concreto cuatro de las medidas se centran en la publicidad: prohibición de anuncios dirigidos a menores, prohibición de regalos acompañados con la venta de estos productos, prohibición de anuncios en el ámbito deportivo, y prohibición de mensajes ligados a posibles beneficios por consumir estos productos.

Otra se refería al etiquetado frontal, concretamente a la inclusión de mensajes que informen al consumidor de que se trata de un alimento perjudicial para su salud. Otras dos tenían que ver con la composición de estas comidas y bebidas, una de ellas con limitar la sal, el azúcar y las grasas saturadas, y la otra con hacer lo propio con el tamaño de las porciones.

Finalmente, las dos últimas giraban en torno a la provisión y venta de estos productos: prohibir la venta en colegios y centros sanitarios, y prohibir la recarga gratuita de bebidas azucaradas en restaurantes.

Los datos recogidos de este estudio tienen mucha relevancia ya que, según aseguran los investigadores «el consumo de alimentos y bebidas no saludables está entre las principales causas de mortalidad en España, y que sus principales determinantes son factores sociales, económicos y ambientales, que solo pueden abordarse de forma efectiva con medidas poblacional.

Por ello, los expertos consideran que el apoyo social a las políticas destinadas a regular el entorno alimentario es importante porque «anticipa la aceptación de las mismas por la población y desmonta los argumentos en su contra que apelan a las libertades y preferencias individuales».

En general todas las medidas recibieron el apoyo de más del 60% de la población, algo que muestra la importancia que este tema tiene para un amplio sector de los españoles.

La implantación de un etiquetado frontal interpretativo y advertencias sanitarias para alimentos y bebidas insanos fue la medida más respaldada con casi un 97% de aprobación por parte de los encuestados, en concreto un 96,6%. La limitación de sal, azúcar y grasas saturadas fue apoyada por un 93%, mientras que la prohibición de publicidad que alegase beneficios para la salud a estos productos estaría bien visto por un 89% de los españoles y la dirigida a menores por un 85,4%.

En el otro lado, la medida menos apoyada fue la dirigida a prohibir el relleno gratuito de bebidas azucaradas en restaurantes que solo estaría bien vista por un 63 %.

Otro dato interesante que se desprende del estudio es que el apoyo a todas las medidas fue mayor entre las mujeres, los adultos mayores y las personas con orientación ideológica progresista. El apoyo de las mujeres a estas medidas fue un 21% mayor que el de los hombres, mientras que si se comparan las respuestas del sector de edad más joven entre los 18 y 29 años, con el segmento de mayores de 65 años, estos otorgaron un 52% más de apoyo a las medidas de suministro y venta que los jóvenes.

Aún así las conclusiones de este estudio son realmente interesantes ya que, según el mismo, las autoridades cuentan con un apoyo importante entre la población española para implantar las políticas alimentarias propuestas por la comunidad científica. Un apoyo que puede ayudar a superar la resistencia de los sectores opuestos a dichas medidas.

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