Control parental: ventajas e inconvenientes de limitar a tus hijos en internet

Hoy en día un niño casi aprende antes a manejar un teléfono que a andar, y no es una exageración. Son muchos los bebés que, por ejemplo, saben pasar las imágenes del móvil a edades muy tempranas. Ante estos nativos digitales, los padres muchas veces se sienten poco preparados y no saben ayudar o proteger al menor como les gustaría de todos los peligros que puede haber en la red. Un caso que es mucho más habitual de lo que podemos pensar es que a los niños les aparezca en la pantalla, sin buscarla, alguna imagen poco apropiada para su edad. Pero no es el único.

Una opción que puede ayudar a controlar estos peligros son las aplicaciones de control parental. Sin embargo, según un estudio realizado por la empresa de seguridad informática Kaspersky, solo el 48% de los padres utilizan este tipo de softwares, lo que llama la atención ya que son herramientas que pueden limitar el contenido que visitan los menores o a controlar el tiempo que pasan en la red.

Otros datos que se desprenden de este estudio es que los padres no suelen supervisar el historial de internet de sus hijos, sólo un 45% asegura hacerlo. Y lo que es más preocupante, cinco de cada diez no ejerce ningún tipo de control o vigilancia sobre sus hijos con respecto al uso de la tecnología. Por el contrario, el 90% de los encuestados asegura haber hablado de normas de comportamiento 'online' con sus hijos.

El control parental es interesante pero «va más allá del software o lo que se conoce como mediación restrictiva» explica Juan García de 'Crianza Digital' y consultor de estrategia digital de GAM, para él «existe la mediación habilitante donde los padres supervisan el uso que hacen sus hijos de la tecnología incluso aunque no haya ningún software instalado». Una opción que no se suele tener muy en cuenta a la hora de hacer estadísticas pero que afirma, «son, según los estudios, los que más ayudan a sus hijos a gestionar los riesgos de la red a largo plazo».

Este tipo de controles es interesante principalmente para evitar que los menores puedan realizar algunas acciones, consultar páginas concretas o limitar el tiempo de exposición a las pantallas. Se puede seleccionar el tipo de control según la aplicación que se descargue, pero también en función de los parámetros que se marquen. «Los filtros más restrictivos creo que son apropiados para los primeros contactos con la tecnología» señala García. «No veo sentido a que un adolescente esté sometido a ellos porque sino cuando acabe de madurar no habrá aprendido a autorregularse que es la idea de fondo crucial».

Y esa autorregulación es básica porque, según el estudio 'El uso de la tecnología por los menores en España' elaborado por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad, el 98% de los niños de entre 10 y 15 años se conecta de forma habitual a Internet. De hecho, el 70% de los menores de edad disponen de un teléfono móvil con acceso a internet y el 53% ha realizado alguna actividad educativa escolar online en los tres últimos meses.

El control parental puede ser muy interesante para «hacer a los pequeños conscientes del tiempo que pasan usando determinadas aplicaciones» explica García, «en mi experiencia trabajando con ellos están bastante más preocupados por el modo en que estas aplicaciones secuestran su atención de lo que suelen creer los adultos». Y no solo eso, sino que esa misma situación la viven muchos adultos que tienen problemas para gestionar el uso que hacen del 'smartphone'.

Utilizar este tipo de software facilita, y mucho la supervisión de los menores. Principalmente «ayuda a los padres que no tienen mucho tiempo para compartir tiempo tecnológico con sus hijos, a cubrir algunas cuestiones básicas» puntualiza García. Cuestiones como pueden ser evitar que entre en algunas páginas o que realice ciertas compras.

Sin embargo, esta no es su única ventaja. Es una buena opción para monitorear el tiempo que el menor pasa en internet y también es una buena excusa para aprender junto a los hijos los peligros que hay online. Analizar y explicarles la necesidad del uso de este tipo de aplicaciones para que estén también alerta.

En cuanto a las desventajas, la mayor es que se suele delegar en exceso en este tipo de aplicaciones «que de ningún modo va ejercer la patria potestad y la obligación por velar por la seguridad, intimidad y correcto desarrollo de los hijos» incide el experto en estrategia digital.

Otra consecuencia que puede tener es que los niños se sientan demasiado atados, sin libertad y muy controlados por sus padres.

A la hora de escoger el control parental que mejor encaje con las necesidades, la recomendación de Juan García es «mirar las opciones que vienen de serie con el teléfono móvil. La gran mayoría se pueden configurar sin necesidad de instalar nada y simplemente buscando información en Internet». Además, si lo que se quiere es controlar contenidos, «veo sentido en las edades más tempranas pero más allá de un software específico que, falla muchísimo al depender de algoritmos, recomiendo utilizar apps como Clan, o perfiles infantiles en Disney+, HBO y servicios VOD que tienen cierto control editorial por detrás».

En definitiva, el control parental es una buena opción para proteger a los hijos en la red pero más interesante puede ser «tratar sus aficiones digitales desde el respeto y la empatía. Tratar de entender qué les interesa, por qué y ofrecerles alternativas estimulantes tanto dentro como fuera de la tecnología», aconseja García. E invita a reflexionar sobre la propia juventud y cómo los padres podían no entender el ocio de entonces. Y lo más importante y que a veces se pasa por alto «dar ejemplo en este sentido. Los riesgos de las redes no desaparecerán pero esa es la forma de que cuenten contigo si les pasa algo desagradable» concluye.

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