Lo que cuesta ser mujer: de la pobreza menstrual a la higiene femenina
Una mujer puede llegar a usar en su vida en torno a los 14.000 productos menstruales, es decir, unos 4.500 euros en artículos de un solo uso
Pilar Fonseca
Jueves, 2 de diciembre 2021, 15:17
Desde que aparece la primera menstruación hasta que se instala la menopausia en la vida de una mujer, la higiene íntima es uno de esos asuntos que traen de cabeza por distintos motivos.
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Según dicen las estadísticas, una mujer a lo largo de su vida llega a utilizar en torno a los 14.000 productos menstruales (entre salvaslips, compresas y tampones) y eso se traduce en unos 4.500 euros en artículos de un solo uso a lo largo de toda una vida.
Y hablamos de una sola mujer y de la media, ya sabéis lo que quiere decir esto que mientras unas gastarán mucho más, otras no llegarán a esas cifras ni por asomo.
En España tenemos el triste honor de que los productos relacionados con la higiene íntima femenina llevan grabado un 10% de IVA, porque se ve que no se consideran como productos de primera necesidad por quienes deciden qué IVA lleva cada cual.
Estamos a años luz de países como Nueva Zelanda que acaba de poner en vigor un plan para conseguir que los productos de higiene femenina se consigan gratis en todos los colegios porque en este país, Nueva Zelanda, una de cada 12 estudiantes no va a clase por problemas relacionados con la llamada 'pobreza menstrual' o compro compresas o compro comida ¡injusto dilema para cualquier mujer pero aún más para una mujer adolescente!
Al hablar de higiene íntima femenina quizás deberíamos distinguir entre productos de higiene propiamente dicha, como un gel íntimo por ejemplo, y otros productos más relacionados con la menstruación y la necesaria higiene durante esos días.
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Para empezar y para hablar de higiene íntima femenina es necesario que hablemos de un gel específico. Es importante que no sea ni agresivo ni irritante, hay que localizar un producto que respete el PH natural de la zona, que conserve la flora bacteriana y sobre todo que no altere las mucosas. Se trata de encontrar un producto de higiene de uso diario por lo que es recomendable decantarse por uno que incluya tensioactivos en su formulación, para que asegure su tolerancia y además, que no lleve perfumes, parabenos ni colorantes y si incluye ácido láctico como hidratante, mejor que mejor.
Aparte de un gel de uso diario, las compresas, tampones y salvaslips, son una constante en los neceseres de millones de mujeres en todo el planeta. Pero hay más opciones que merece la pena descubrir e incluso probar porque pueden ser más interesantes de lo que imaginamos.
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La copa menstrual por ejemplo, es una de esas opciones que no deja de popularizarse entre la población femenina por ser cómoda, higiénica, práctica, asequible y respetuosa con el medio ambiente. Su uso se está extendiendo desde hace unos años y ya se pueden encontrar en distintos establecimientos e incluso, en conocidos supermercados.
La forma de usar la copa menstrual no puede ser más sencilla y su eficacia es total para la inmensa mayoría de las usuarias, por lo que cada vez más mujeres se animan a probarla en sus rutinas menstruales.
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Lo mismo pasa con las bragas menstruales que para muchas mujeres han supuesto una auténtica liberación durante los días de la menstruación. Su comodidad es obvia por la facilidad con la que se encuentran en el mercado, por la posibilidad de cubrir las distintas necesidades de cada mujer durante los días que dura la menstruación y por la eficacia que tienen para evitar pérdidas y manchas.
Lo que sorprende de todo esto es que aún con artículos como estos el tema de la higiene íntima, de la menstruación o de las necesidades fisiológicas de millones de mujeres en el planeta, sigue siendo un asunto del que apenas se habla ¡si hasta las compresas en los anuncios de la tele se mojan con un líquido azul que no se parece en nada a la realidad!
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Por cierto, y por si queréis conocer un poco más en profundidad todo lo relacionado con la salud de la mujer y sobre todo, lo poco y lo mal que se ha enfocado la medicina en torno a la perspectiva de género, hay un libro estupendo que se titula precisamente 'Mujeres Invisibles Para la Medicina' de Carme Valls editado por Capitán Swing, que merece la pena leer y regalar, y no sólo a mujeres.
Carme Valls es doctora, especializada en endocrinología y tiene claro, como ha comentado ella misma en más de una entrevista que para la medicina en general «...la menstruación se considera como una excrecencia del cuerpo, o sea, como si no existiera en el cuerpo de la mujer (...) Nunca se tiene en cuenta a la mujer con todo su cuerpo y su manera de ser diferente.»
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Quizás haya que empezar a normalizar desde algo tan simple y al mismo tiempo parece, que tan complicado para algunos.
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