El donostiarra Pedro Méndez, en la travesía Musel-Gijón.

En aguas turbulentas

El campeonato nacional de natación se celebró con mala organización, lluvia, nordeste y un atraco, al Banco de España, que lo eclipsó

Viernes, 1 de septiembre 2023, 01:11

Un importante evento deportivo cuya relevancia queda ensombrecida por otras cuitas menos agradables. Podría ser una noticia de actualidad proveniente de las antípodas, pero ocurrió hace un siglo, y en Gijón. El último día de agosto de 1923 habían dado principio las pruebas del campeonato de España de natación, y no de forma precisamente feliz. Hubo quejas, dice EL COMERCIO de hace 100 años, sobre las deficiencias en la organización, «debido a que el jurado técnico hizo variar a última hora los preparativos de la comisión organizadora del Club de Natación Gijón». Aquellas incidencias producirían que las pruebas empezasen con un gran retraso, «jugándose al final el waterpolo sin luz, y solo unos minutos». Fue solo el comienzo de una serie de catastróficas desdichas, porque, cuando al día siguiente, el 1 de septiembre, la partida anarcosindicalista liderada por Buenaventura Durruti asaltó el Banco de España, todo el foco informativo se desplazó, marginando a los deportistas.

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Además, llovió. Las pruebas en el Fomentín quedaron deslucidas, pero, a la postre, la afición se impuso, porque, contábamos, «hubo voluntarios en gran cantidad que aguantaron a pie firme hasta el final», e hicieron posible las pruebas. Hubo waterpolo, carreras de todas las categorías (destacó, en espalda, Edstrom, del Club de Natación 'Gijón'), y la reina indiscutible fue, ya para el 3 de septiembre, la travesía Musel-Gijón, que alcanzó cotas casi de heroísmo al ser muy destacado «el nordeste fresquito reinante».

Ganó un donostiarra

Los nadadores, sobre todo en la primera mitad del trayecto, eran empujados a tierra, «tanto que los botes que los acompañaban tuvieron que abandonarles y hacer proa al mar, pues por ir de costado estuvieron a punto de zozobrar. Además, el haber hecho la carrera cuando la marea estaba descendiendo, hizo que los nadadores llegaran de 12 a 15 minutos más tarde, pues iban contra corriente».

Acabó quedando el primero, según certificó el jurado, que iba a bordo de la vapora 'La Oliva' (la misma que hacía de pasaje del Musel a Gijón), Pedro Méndez, donostiarra. Fue el campeón de la jornada, aunque hoy pocos, casi nadie, recuerden su gesta.

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