Cuenta atrás para inaugurar el 'Clarín'

Se trataba de un edificio de nueva construcción, firmado por el arquitecto José Francisco de Zuvillaga. Después del Florida, situado a escasos metros, era el segundo caso de una obra pensada expresamente para la proyección cinematográfica en la ciudad.

Aunque, en honor de la vedad, el Clarín iba más allá y contaba con camerinos, un amplio escenario y foso para orquesta y buenos accesos. «Un templo para Talía y el Séptimo Arte» sentencia el artículo. Su promotor la define como una «modesta sala de espectáculos», si bien el visitante insiste en retirar el adjetivo.

Se encontraba en la esquina formada por la actual plaza de la Merced, entonces plaza de Fernández Ladreda, y José Cueto, a la espera de la urbanización de ésta con la «avenida que llevará al estadio de La Exposición» y que carecía de fecha para su construcción.

No se guardan elogios para «el bello edificio». Mientras los obreros rematan los detalles, destaca elementos como «la lámpara central que llora perlas de finísima y tallada cristalería».

Avanza que estará dotada con el «sistema sonor Klangfilm» de fabricación alemana. El sistema de calefacción se complementa con una eficiente aireación lo que facilitará «que el ambiente no se envicie».

Y, ¡sorpresa!, el nombre que baraja el empresario es Sala de Espectáculos Sierra. No sólo habrá que estar pendiente de la fecha de apertura, también de la evolución nominal.

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