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Portada de EL COMERCIO de hace hoy 125 años.

Y las vías, ¿para cuándo?

La apatía del Ministerio a la hora de proyectar vías de largo recorrido desde Gijón generó una protesta oficial desde nuestras páginas

Lunes, 23 de octubre 2023, 00:53

A pesar de todo, avanzaba Gijón. Y decimos bien: 'a pesar de'. Porque si tal día como hoy, pero de hace 125 años, EL COMERCIO se congratulaba de que por fin sus reivindicaciones en torno a ciertas mejoras en Fomento habían sido tenidas en cuenta, la ciudad, sin embargo, seguía sin vías de largo recorrido. No había enlace del tren con los muelles, y la cosa no solo afectaba a Gijón, porque los ecos de aquella ausencia llegaban, también a la Fábrica de Armas de Trubia. Se daba, por ejemplo, un espectáculo lastimoso «cada vez que hay que embarcar un cañón con la grúa que el Cuerpo de Artillería tiene en el muelle de Santa Catalina».

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Transportar los materiales, para más inri, costaba mucho más caro sin vías; y generaba un sinfín de riesgos. A pesar de todo, confiábamos en el buen hacer de las autoridades. «Ahora, ya convencidos todos de que la cosa pasa de la marca, se entrará en el bueno, recto y seguro camino, siempre abandonado, no obstante ser el único que pudo evitar a Gijón daños irremediables y a la Junta llevarla felizmente al término del viaje que, según dice ella misma, ha emprendido hace once años». Más de una década llevaba pidiendo Gijón, en efecto, el tinglado en cuestión; un tiempo «más que sobrado para la construcción de todo un ferrocarril de largo recorrido».

Según la opinión de nuestro diario decano, solo la apatía del Estado llevaba a esta circunstancia, porque la colocación de las vías era empresa sencilla, además de todo un clamor popular. Decíamos: «No teniendo montañas que atravesar, ni habiendo por consiguiente túneles que hacer, ni viaductos que construir, es en verdad extraño que unas modestas vías que con facilidad consigue cualquier empresa particular del Estado, no las consiga ese de sí mismo en beneficio propio». El asunto llamaba a escándalo y nosotros, con la poética voz propia de la prensa de aquel tiempo. lo denunciamos. «De esta extrañeza», decíamos, «participan todos los que, prescindiendo de la luz del egoísmo, solo ven las cosas con la luz de la razón, que es la que se refleja en todos los escritos que, sobre el particular, publica EL COMERICIO». Ayer y hoy.

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