«El monasterio era parada obligatoria para los peregrinos a Compostela»

El Monasterio de San Salvador de Cornellana representa un importante enclave de la ruta primitiva a Compostela. David Valiela, es portavoz de la Plataforma Salvemos la Iglesia y el Monasterio de Cornellana, un colectivo vecinal que lleva más de dos décadas trabajando en defensa de este conjunto monumental que dentro de tres años cumplirá su milenario. «Se fundó en 1024 y es un hito muy relevante en el Camino, donde era parada obligatoria para los peregrinos y una de las primeras con las que se encontraban a la salida de Oviedo», explica. Su propia fundación por la infanta Cristina, hija del rey Bermudo II, está vinculada al trayecto de las peregrinaciones y en el s. XII pasa a manos de la Orden de Cluny, muy interesada en potenciarlas. «Aparte del conjunto monástico quedan vestigios como el edificio hoy en ruinas que albergó un hospital de peregrinos y que aparece en un mapa del S. XVI», detalla Valiela, para quien el valor más destacable del antiguo cenobio «es la unión de dos estilos tan llamativos como el románico (iglesia y ábsides) y el barroco (fachada del templo y claustro), diferentes y muy bien ensamblados aquí».

Entre sus elementos singulares, el portavoz vecinal señala «la Puerta de la Osa, que se cree el acceso original, aunque no en su ubicación actual; el retablo barroco de Alonso de Bello, que está desmontado en la iglesia desde hace cuatro años y el sarcófago medieval de un caballero que peregrinó a Jerusalén». A pesar de las distintas obras de rehabilitación llevadas a cabo en los últimos años, David Valiela alerta «del estado de los muros, que necesitan consolidarse, la mala preservación de elementos pictóricos en el interior o el piso de arriba convertido en palomar, con daños de las heces en la torre románica» y le gustaría que la celebración del Xabobeo «fuera la herramienta que le hace falta para rehabilitarse y se cumplieran los plazos de las obras previstas».