«¿Tan ocupados están que no tienen tiempo de visitar a su madre?»
Marina Álvarez tiene 20 años y estudia Matemáticas y Física. Es voluntaria de Cáritas y visita a mayores en las residencias
O. ESTEBAN
OVIEDO.
Lunes, 24 de febrero 2020, 02:51
Sonrisa perenne y voz dulce que, pese a todo, no puede dulcificar la dura realidad: dedica parte de su tiempo, de forma altruista, a acompañar a quien no tiene quien le acompañe. Marina Álvarez es una joven voluntaria de Cáritas, 20 años, estudiante del doble grado de Matemáticas y Física en la Universidad de Oviedo, buenísimo expediente académico. Pero las tardes de los viernes no son para los libros, ni para el deporte, la música o los amigos. Sus tardes de los viernes son para los mayores que viven en residencias de Oviedo cuyos trabajadores han detectado que sufren un grave riesgo de soledad. El informe de Exclusión y Desarrollo Social en Asturias, que elabora Cáritas, analiza 35 indicadores y entre ellos está, hace un tiempo, la ausencia de lazos sociales, es decir, la soledad. Con una reducción anual de la población, tasas de natalidad bajas y enorme envejecimiento de la población, la soledad se ha convertido, dice Cáritas, en una nueva pobreza. «Si durante la crisis la red de apoyo social, familia, amigos y vecinos, fue la tabla de salvación, en 2018 el aislamiento social crece en Asturias. La situación más común es la de hogares sin relaciones y que no tienen ningún apoyo para situaciones de enfermedad o dificultad».
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Y esa soledad, llegada la vejez, es más que nunca un problema. Marina ve, viernes tras viernes, esa realidad. A ella le «llena» pasar las horas charlando, escuchando. A veces solo acompañando y sonriendo, porque no siempre el acompañante es consciente. «Para ellos es una manera de salir de la rutina. Les encanta y nos están esperando. Me dicen: '¡Qué buen rato he pasado contigo!'». Y Marina sonríe aún más.
Con algunos canta. A todos les pregunta por su vida antes de la residencia. «Algunos aún creen que su estancia no va a ser definitiva... Hay que salir de tu círculo, ver la realidad, comprobar cómo algunas personas, con trayectorias de vida tan importantes, están ahora solas. Me choca y me hace consciente. Consciente de que ahora crees tenerlo todo, pero no sabes cómo va a ser el final». Marina, recordemos, 20 años, reflexiona sobre el modelo de sociedad que estamos creando. «Lo peor son los casos en los que tienen familia y no van a visitarles. ¿Tan ocupados están con sus vidas que no tienen tiempo de ir a visitar a su madre o a su padre? Es muy fuerte». Esta joven voluntaria lamenta que «hayamos olvidado todo lo que ellos nos pueden aportar, que es mucho».
A Marina le marcó el caso de un matrimonio, ambos en una residencia. Ella sufrió un ictus y dejó de ser quien era. Él no se separa de su lado.
Acompañamiento
Cáritas acompaña a un millar de mayores en toda Asturias, algunos en residencias y otros en sus propios domicilios. El proyecto nació hace ya bastantes años en las zonas más rurales del Occidente y Oriente y después se amplió a las cuencas, Avilés y Oviedo.
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