¿Cómo afecta ser promiscuo/a a las expectativas de matrimonio?

Los mitos, tópicos e ideas preconcebidas inundan aún el universo de los encuentros sexuales. Los tiempos cambian, los roles evolucionan – e involucionan, dependiendo del contexto social- y el imaginario colectivo se va adaptando a la coyuntura. Nacen nuevas formas de relacionarse y surgen tantas experiencias en torno al sexo como personas.

Tan normal es encontrar infinidad de parejas con las que disfrutarlo a lo largo de una vida como compartirlo y vincularlo a la estabilidad, la intimidad y el amor. ¿Lo que hagas hoy determinará qué ocurrirá en el futuro? Investigadores de las Universidades de Utah y Oklahoma, en Estados Unidos, han analizado cómo afecta la promiscuidad a las probabilidades de acabar casado.

Para ello, analizaron el expediente sentimental de 9.000 personas durante 18 años. El número reciente de parejas sexuales se relacionó con una reducción en las probabilidades de matrimonio, pero únicamente durante un año; es decir, prácticamente el tiempo en el que el promiscuo se dedica a ser promiscuo.

El único vínculo hallado es temporal por lo que los científicos concluyeron que gozar de múltiples parejas sexuales no afecta a las posibilidades de matrimonio a largo plazo. «Las mujeres con múltiples parejas sexuales tienen la misma probabilidad de casarse que las vírgenes, aunque sea un poco más tarde», sostienen los autores en un artículo publicado en la revista 'Social Science Research'

«Aunque las mujeres heterosexuales han sido históricamente estigmatizadas por tener sexo casual, nuestros análisis sugieren que esto no se manifiesta en la soltería a largo plazo», explica. De hecho, tiene menos posibilidades de casarse quien nunca ha tenido ningún tipo de pareja que quien ha tenido muchas estacionales. Los primeros suelen mostrar poco interés en las relaciones románticas o simplemente renuncian por los fracasos emocionales.

El impacto de contar con múltiples parejas sexuales en la probabilidad de matrimonio es, por tanto, meramente «estacional» y refleja un período en el que las personas optan por disfrutar de la actividad sexual con menos compromiso. Ese 'libertinaje' contribuye, entre otros muchos motivos, tales como la búsqueda de la estabilidad económica o el «desencanto progresivo» con el compromiso, a retrasar la edad de pasar por el altar.

«En un mundo donde uno puede tener sexo casual con poco o ningún compromiso, el argumento es que algunos hombres y mujeres simplemente tendrán un incentivo menos tradicional» sugiere el estudio, asumiendo lo controvertido de esta afirmación.

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