"Cayó al suelo desde cinco metros y luego le aplastó la enorme corona"

"Lo peor es que era un chaval que se había ofrecido como voluntario para que la cabalgata pudiera celebrarse. Y solo tenía 20 años...". La dulce noche de Reyes se tiñó de luto el pasado lunes en Andalucía. Juan Antonio Lozano, un joven vecino que hacia de Baltasar en el desfile que se celebraba en un barrio de la localidad almeriense de Níjar falleció ayer al no poder superar las graves heridas que sufrió al caerse del trono que le transportaba por unas calles abarrotadas. Según las imágenes que grabaron algunos testigos, el chaval se precipitó contra el suelo de espaldas cuando la parte más alta de su carroza chocó contra el tendido eléctrico. "Cayó desde una altura de cinco metros y luego le aplastó la enorme corona", recordaban ayer en un municipio que sigue consternado.

El suceso detuvo en seco las celebraciones en el modesto barrio nijareño de Campohermoso casi antes de que empezaran. Eran poco más de las siete y media de la tarde y las carrozas de Melchor y Gaspar avanzaban ya hacia el centro de la localidad cuando Juan Antonio Lozano se estrenó como Baltasar. A los pocos metros de que su trono echara a andar llegó la tragedia. El adorno que coronaba su vehículo se enganchó con el tendido aéreo y desestabilizó al joven. Lozano se dio el primer golpe contra el suelo y luego se le vino encima parte del trono.

En un primer momento fue atendido en el lugar de los hechos por los servicios médicos de emergencia que vigilaban la cabalgata. Se encontraba en estado crítico debido a los fuertes golpes que había sufrido en la cabeza y una UVI móvil lo evacuó poco después al hospital de Torrecárdenas, ubicado en la cercana capital almeriense. Juan Antonio Lozano murió finalmente durante la mañana de ayer. Tras decretar tres días de luto, el Ayuntamiento ha iniciado una investigación para saber qué provocó el fatal accidente. O el trono era demasiado alto o los cables de telefonía estaban más bajos de lo que obliga la normativa. Las primeras pesquisas señalan que el tendido podría haberse destensado.

No es la primera vez que una cabalgata de los Reyes Magos acaba de forma trágica durante los últimos años en Andalucía. En 2013 un niño de 6 años falleció en Málaga al ser arrollado por una de las carrozas reales. El pequeño se saltó todos los controles de seguridad y se acercó demasiado para recoger los caramelos que se lanzaban y acabó siendo atropellado. Pese a los esfuerzos por reanimarle murió prácticamente en el acto. El accidente abrió un debate sobre la necesidad de instalar vallas para separar al público de las carrozas. Finalmente se optó por poner protectores en los laterales de los carruajes para evitar más siniestros similares.

De todos modos, si hay un caso que recuerde a lo ocurrido el lunes en Níjar es el que se produjo hace nueve años en la localidad sevillana de San Juan de Aznalfarache. En aquella ocasión fue la carroza que transportaba a Gaspar la que se enganchó con un cable. El trono se desmoronó arrastrando al hombre que ejercía de rey, de 55 años. Las heridas sufridas le dejaron parapléjico.