Liam Hampson en una imagen de su club de rugby REDCLIFFE DOLPHINS
Sucesos

La trágica muerte del jugador de rugby Liam Hampson en la sala Apolo de Barcelona

Las cámaras de seguridad revelan cómo perdió la vida el deportista australiano

A. S. GONZÁLEZ

Gijón

Domingo, 23 de octubre 2022, 14:03

El cuerpo sin vida del jugador de rugby australiano Liam Hampson fue hallado el mediodía del pasado miércoles. Llevaba más de 39 horas desaparecido. La última vez que sus amigos le vieron con con vida fue en la sala Apolo de Barcelona. Allí precisamente, encontraron su cadáver los trabajadores de la discoteca día y medio después.

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Desde un inicio, los Mossos d'eEsquadra investigaron el caso como «una muerte accidental» y el visionado de las cámaras de seguridad del local ha permitido constatar que, en efecto, su fallecimiento fue fruto de una fatalidad.

Las imágenes documentan los últimos minutos de vida del joven de 24 años. En ellas, se aprecia cómo el deportista sale por una de las puertas de emergencia, probablemente en un despiste en busca del baño. Comienza un recorrido que le lleva a abrir una segunda puerta y alcanza una terraza, en la que se para a miccionar.

Posteriormente, regresa sobre sus pasos con la intención de volver a la sala, pero los accesos están cerrados al recorrer el camino inverso. Hampson, de vuelta a la terraza, salta un muro de cerca de un metro de altura en busca de una salida y se precipita al vacío. En la oscuridad de la noche, no aprecia que tras la pared se esconde un abismo de casi de 14 metros hasta un patio de luces apenas transitado, lo que explica el tiempo transcurrido hasta dar con su cuerpo.

Sus acompañantes pensaron, al perder su rastro en la discoteca, que habría vuelto por su cuenta al hotel. Al llegar se extrañaron por su ausencia pero dejaron pasar un tiempo prudencial antes de preocuparse. Su rastro se perdía a las 4.30 horas. Su amigo A. J. Brimpson expresó su preocupación en Instagram tras 39 horas sin noticias sobre él. La insistencia de las llamadas de su entorno permitió a alguien escuchar el sonido de un móvil sonando y así fue como su cadáver fue localizado.

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«Los mejores días de su vida»

Hampson había emprendido un viaje por Europa con su pandilla y Barcelona era una parada más en su hoja de ruta. Murió «mientras pasaba los mejores días de su vida», según ha expresado su familia a través del club de rugby australiano en el que militaba el joven. En la conmoción del suceso, quienes le querían han agradecido las infinitas muestras de apoyo tanto de conocidos como de extraños así como la contribución en la recogida de fondos para repatriar su cuerpo.

A través de un comunicado, la sala Apolo se sumó a las condolencias, lamentando el «imprevisible accidente». «Son momentos tristes y muy dolorosos», reconocía la dirección de la popular sala.

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