«A Abelardo le mandé una carta con sus compromisos y promesas, no me respondió»

El desencuentro que tuvo con 'El Pitu', que fue despedido a la vuelta del partido contra el Racing de Santander en enero, quedó ayer al descubierto, confirmando que pesaron más otros motivos que los resultados del equipo. «Esa carta fue durante su salida, pero fueron muchas las comunicaciones que tuvimos los dos», amplió Irarragorri. «Abelardo siempre será un ídolo de esta institución, pero las reacciones por las que no sigue ya son parte de la historia», dijo.

Dejó más pinceladas sobre la relación entre ambos y el despido, que ha terminado en los tribunales. «Siempre me gusta dialogar, aunque no estemos de acuerdo, pero en el momento en el que no se puede, las relaciones no funcionan», prosiguió. Fue preguntado sobre si la confirmación de Abelardo de que Jeraldino había llegado lesionado terminó de precipitar el despido: «Imagínese si eso fuera así de simple. Hay cosas más profundas y determinantes en el final de su relación, pero ese episodio ya acabó y tendrá su cauce. No fue una declaración la que marcó el final».

Más escueto fue con los despidos de Antonio Maestro, exjefe de los servicios médicos del club, y Falo Castro: «Si suma dos más dos se va a dar cuenta de qué es lo que pasaba. Hoy, desde nuestro punto de vista, hay que hacer cambios, profundos y radicales en nuestra organización. Hay razones fundamentales de por qué no están».

Amarrado a su carta de presentación -«no llegamos aquí para hacer amigos, sino para buscar lo mejor para el club»-, Irarragorri resumió que «la historia, las vitrinas y las figuras son un activo y siempre tendrán su lugar, pero no se puede vivir del pasado».