Iker Martínez pone Mareo a 200
El debut del lateral marca un hito en el club, que ha llevado al primer equipo a dos centenas de canteranos
Los hermanos Ablanedo, Jiménez, Abelardo, Javi Fuego, Zurdi, Manjarín, Juanele, Luis Enrique, Eloy Olaya, David Villa... La lista de canteranos que han conseguido llegar al primer equipo del Sporting iba el sábado por 199, un compendio plagado de nombres ilustres y, sobre todo, de profesionales del fútbol formados en Mareo que han llevado el nombre de su club y de Gijón por el mundo. El domingo, la entidad alcanzó un hito. Lo hizo en el minuto 92 del partido contra el Eldense, cuando Iker Martínez saltó al campo en sustitución de otro hombre de la casa, Guille Rosas, para redondear una cifra histórica, la de los 200 futbolistas salidos de Mareo que han conseguido llegar al primer equipo.
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La lista es amplia y los nombres reconocibles. De Mareo han salido, en sus 46 años de historia, 200 futbolistas que han llegado al fútbol profesional, con mayor o menor suerte. La cifra no es menor e indica que la cantera del Sporting ha sido capaz de producir algo más de cuatro canteranos para el primer equipo cada año desde que se inauguró el 28 de marzo de 1978.
El último en sumarse a esa lista es Iker Martínez. Futbolista de El Entrego, este joven lateral vive para el fútbol. Comenzó en el Alcázar, pero pronto los responsables de Mareo pusieron sus ojos en él y con siete años ya vestía la camiseta rojiblanca jugando a fútbol sala. De aquellos años, cuando no había manera de separarle de un balón, queda una anécdota que a buen seguro recordaría el joven jugador después del partido del domingo. Era un niño, había acudido a Mareo, donde se entrenaban Botía y Álvaro Novo recién estrenado el año, e Iker lanzó una pregunta al aire. «¿Jugaré algún día en el Sporting?». El trabajo y sacrificio de años le han permitido cumplir un sueño que no ha hecho más que empezar y del que espera no despertarse.
Su trayectoria deportiva está muy vinculada al Sporting. Con la camiseta rojiblanca jugó hasta llegar a la categoría de cadete, cuando acabó fichando por El Llano, donde un ilustre como Joaquín Villa fue su entrenador. «Ya de aquella tenía muy buena pinta. Su físico era superior al resto y era muy disciplinado, de esos chicos siempre predispuestos y con ganas de aprender».
Aquel periodo le sirvió para conocer una nueva posición, la de mediocentro. Su «envergadura y calidad», unido a que en el equipo había otros laterales eficaces, llevaron a Joaquín Villa a colocarlo en una zona del campo inédita para él. «No era una jugador que rifara el balón, lo jugaba siempre con idea», recuerda el exdelantero del Sporting, quien espera para Iker Martínez una buena progresión y que pueda afianzarse en el primer equipo.
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El Arenal de División de Honor juvenil fue su siguiente destino, pero su mayor salto llegó con 17 años, cuando dejó atrás a su familia para viajar hasta Almería e integrarse en el División de Honor del conjunto andaluz. Bruno, Marcos Peña, Marciano, Rachad y Valentín son solo algunos de los nombres con los que compartió vestuario durante un año para hacer una temporada más que brillante y recibir la oferta del Sporting de volver a casa.
De nuevo con su familia, Iker Martínez se puso a las órdenes de Samu Baños y Javi Fuego en el Sporting C. Con alguna participación en el filial llegó el lateral derecho a la pretemporada, cuando recibió la llamada de Rubén Albés para hacer la preparación con el primer equipo. Tras saltar cinco categorías en apenas unos meses y colocar su nombre junto a canteranos ilustres, Iker Martínez solo piensa ya en seguir progresando.
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