Pedro Braojos, exentrenador del Sporting: «Para remontar hay que tener confianza»

Ninguna persona de fútbol prefiere empezar perdiendo un partido. Los planes se alteran, se dan más opciones al rival y toca remar para darle la vuelta al marcador. El Sporting lo ha hecho en las dos últimas jornadas, ante el Eibar en Ipurua y frente al Castellón en casa, un hecho que no se producía desde la temporada 1999-2000 cuando, con Pedro Braojos en el banquillo, los rojiblancos fueron capaces de imponerse en Logroño por 2-3 y en El Molinón ante el Lleida por 2-1 a pesar de empezar perdiendo en ambos casos. El entonces preparador del Sporting tiene claro lo que es necesario para voltear un partido. «Para remontar hay que tener confianza», sentencia.

Su Sporting la tuvo. Era el inicio de la temporada, las jornadas tres y cuatro. Con el club en una situación económica delicada, la planificación de la campaña incluyó a muchos jugadores de la cantera, circunstancia esta última que se repite en la actualidad. «El Sporting siempre ha destacado por Mareo. El jugador de casa siente mucho más los colores», destaca Braojos, quien guarda pocos recuerdos de aquellas dos remontadas consecutivas. «En Logroño empezamos perdiendo y nos expulsaron a Isma Piñera. Fue un partido un poco loco ante un Logroñés que entonces era un equipo fuerte. Hacía poco que había descendido». La fe de sus jugadores fue clave para llevarse un encuentro que con cuatro goles en la segunda mitad, uno de Pepelu para el Logroñés, dos de Cheryshev y otro más de Urbano. La misma que necesitaron para darle la vuelta en El Molinón al tanto para el Lleida de Javi Peña en el minuto nueve. En cinco minutos de locura, Cheryshev y Mario Cotelo anotaron para llevarse los tres puntos.

En aquellos encuentros estuvo sobre el campo Manolo Sánchez Murias, ahora entrenador del Kannur Warriors de la Superliga de Kerala, en India. El preparador gijonés recuerda el «buen partido» que el equipo hizo en Logroño, aunque reconoce que aquel año el rendimiento del equipo fue «irregular».

Lo que tiene claro el gijonés es que no es lo mismo remontar fuera de casa que hacerlo como local. «Cuando tu público empuja y estás en una buena dinámica es más factible. Si juegas fuera, eres tú el que debe contener el empuje del rival».

Tanto Braojos como Sánchez Murias coinciden en ver aspectos muy positivos en el Sporting de Rubén Albés. El que fuera entrenador rojiblanco la última vez que el equipo remontó dos partidos consecutivos cree que la Segunda División es una categoría complicada en la que hay «mucha igualdad», pero aprecia en los rojiblancos «buenas sensaciones. Se ve que el equipo tiene confianza y tienen un buen entrenador. Ahí, han acertado. Es un hombre que le va a sacar rendimiento a la plantilla».

El estilo del que está haciendo gala el Sporting, muy vertical y en el que no se regatean los esfuerzos, será, a juicio de Braojos, un arma muy potente para lograr la comunión entre afición y plantilla, que ya se está dejando ver en el arranque de temporada. «A la afición le gusta que el equipo se deje la piel y este, por juventud y también por el apoyo de la grada, lo hace. El esfuerzo en este equipo es innegociable. Veo un equipo con hechuras, confianza y energía para querer sacar los partidos adelante».

Manolo Sánchez Murias destaca además la apuesta por la cantera, «una de las señas de identidad del club. Cuando la gente de casa se va asentando, eso te da un plus. Cuando ves el nivel al que están llegando los jugadores de la cantera es para sentirse satisfecho». El técnico gijonés cree que el conjunto de Albés «está mostrando condiciones de equipo con empaque y personalidad. Es atrevido y tiene las ideas claras».

Quien también estaba sobre el verde de Las Gaunas y El Molinón en 1999 es Sergio Sánchez, quien destaca la «moral» que da al equipo lograr una remontada. «Ir por detrás y ganar es un subidón». La receta para conseguirlo tiene muchos ingredientes: que «no te afecten psicológicamente los goles en contra», «seguir fiel a tus ideas» y tener «un buen estado de forma». Todas esas virtudes las aprecia en el actual Sporting, además de contar con el respaldo de una afición que aprieta. En la confianza se centra también Isma Piñera, que comenzó el partido ante el Logroñés, pero que acabó expulsado. «Cuando sucede una vez te lo empiezas a creer. Si pasa ahora, al inicio de la temporada, seguro que ocurre más veces».

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