Ramírez desoye ofertas de Ecuador y reafirma su compromiso con el Sporting

La mañana comenzó ajetreada en Mareo. Medios del país sudamericano daban por hecho el cambio de aires del entrenador, quien recibió la oferta del Barcelona de Guayaquil en las primeras horas de la mañana. Con cierta sorpresa, en el club trataban de saber más, mientras Ramírez dirigía la sesión de entrenamiento que había sido programada para las 10.30 horas.

Dos horas y media más tarde estaba prevista la presentación del portero Rubén Yáñez, el primero de los fichajes con los que cuenta el Sporting para la próxima temporada. Con un cuarto de hora de retraso compareció el jugador junto al presidente ejecutivo de la entidad, David Guerra, quien confirmó la oferta que había recibido Ramírez, pero que no pudo asegurar entonces su continuidad. «No hay comunicación oficial con el club. Solo nos dijo que tiene una propuesta», afirmó el presidente ejecutivo del Sporting, quien llamó a solucionar de forma rápida la situación, recordó que Ramírez tiene contrato con el club rojiblanco y apeló a la reclamación de «compromiso» que se hace a todos los empleados del club y que hasta ahora había visto en él.

A partir de ahí, el Sporting se movió rápido. Miguel Ángel Ramírez, David Guerra y Gerardo García, director del área deportiva, mantuvieron una reunión por la tarde que acabó con la ratificación, en torno a las nueve de la noche, del compromiso adquirido en enero entre las partes, cuando el entrenador recaló en Gijón tras el despido de Abelardo Fernández. Fuentes del club señalaron que tanto el club como el entrenador «están de acuerdo en la idea del proyecto, en lo que se está haciendo y en lo que hay que construir». De hecho, fuentes próximas al entrenador señalan que, aunque a Ramírez le unen lazos emocionales con Ecuador, donde tiene un gran cartel, y que la oferta era muy buena, nunca llegó a contemplar la salida del Sporting, y menos con la pretemporada recién iniciada.

Las mismas fuentes apuntan no obstante que Ramírez no está del todo satisfecho con la planificación de la temporada. Tras la sonrojante derrota en El Molinón contra la Ponferradina con la que el Sporting cerró la temporada, Miguel Ángel Ramírez lanzó un claro mensaje: la plantilla necesitaba una «revolución». Consciente de la situación económica del club, el entrenador fiaba el cambio al largo plazo, asegurando que no se podría acometer en un solo mercado.

Pero lo que se ha encontrado el técnico canario a la vuelta de las vacaciones es un solo fichaje, el del portero Rubén Yáñez tras las salidas la pasada temporada de Iván 'Pichu' Cuéllar y de Diego Mariño, el regreso de los cedidos, la ampliación de la cesión de Jordan Carrillo y la reincorporación de Ignacio Jeraldino.

En el capítulo de salidas tampoco se han conseguido los objetivos marcados por el entrenador. El mismo día que pidió una «revolución en la plantilla se comunicó a Carlos 'Cali' Izquierdoz que su rol, de seguir en Gijón, iba a perder relevancia, invitándole a buscar una salida. Se intentó con el Santos, pero finalmente la operación se frustró y el jugador tampoco quiere volver a Argentina, donde tiene ofertas. Tampoco se ha conseguido encontrar acomodo a Christian Rivera y a Víctor Campuzano, dos de los jugadores que estaban en la misma situación que Izquierdoz. Guerra insiste en que los fichajes llegarán, pero lo cierto es que hasta ahora la única cara nueva en el vestuario es la de Yáñez.