El Sporting maneja disponer de un tope salarial cercano a los 9 millones de euros

De esta forma, el club mantendría una nómina de gastos e inversiones similares a las del curso pasado, con las llegadas, de momento, de Rubén Yáñez, Róber Pier, Hassan y, el último, Alex Pascanu, cuya cesión fue validada ayer por la Liga de forma provisional, y fichas elevadas que se mantienen. Queda pendiente la incorporación de un delantero, con el que el Sporting quiere hacer un gran esfuerzo dentro del margen que dispone hasta alcanzar ese horizonte económico.

La Liga está siendo flexible con los clubes este verano y ha permitido exceder ligeramente los límites que se podían prever en un principio para desatascar el mercado, modificando, por ejemplo, uno de los artículos del control económico. Así, se puede destinar para el fichaje de nuevos jugadores hasta un 60% de lo que se libera y ahorra con una salida.

En todo caso, el tope salarial del Sporting está pendiente de ser definido por varios detalles, como el del número de abonados (ahora sobre los 18.000), teniendo que actualizar el registro de altas en los próximos días. Muchos de los asientos que quedan libres, en ese sentido, se localizan en las zonas más caras, con lo que las altas que se produzcan pueden mejorar los números finales. También está pendiente de conocer la estimación del dinero que se recibirá por los derechos televisivos, algo que la Liga no ha comunicado aún.

Por otra parte, el puesto número 17 en el que finalizó el equipo el curso pasado también supone una merma importante en el apartado económico, con una cantidad inferior por clasificación deportiva, aunque el Sporting espera recibir alguna inyección por otras variables.

Si no hay más variaciones, el Sporting habría realizado un esfuerzo muy semejante al del curso pasado en cuanto a plantilla, lo que complica la incorporación de otro fichaje, más allá del delantero. Como informó EL COMERCIO, tanto el club como el cuerpo técnico coinciden en que un mediocentro creativo redondearía la plantilla. Pero la gestión no es sencilla.

Antes de nada, el Sporting debe hacer hueco, tramitando una baja (previsiblemente, la de Bamba) para el futuro nuevo delantero. Ahora mismo, con la confirmación del fichaje de Pascanu, las 25 fichas están ocupadas. Por eso, para fichar a un mediocentro tendrían que darse dos bajas. Después, teniendo claro el club que la prioridad es el delantero, habría que ver con qué margen económico cuenta después de acometer esa incorporación y si no sale alguno de los jugadores propuestos para salir, como Víctor Campuzano.