El Sporting no remata la faena fuera

A Miguel Ángel Ramírez le está costando un mundo encontrar el equilibrio defensivo y ofensivo lejos de El Molinón. Su Sporting disfruta de un momento estable, abrazado a la media inglesa, ganador de todos los partidos en El Molinón y, ahora, alargando su estado de gracia a las cuatro jornadas sin perder. Aunque esta jornada se cayó del 'play off', ocho puntos de doce posibles es un balance más que estimable. Pero el Sporting sigue sin avanzar a domicilio -una creencia reforzada tras el empate sin goles en Andorra-, donde se localiza el gran debe del técnico canario. Ya son trece partidos dirigidos y una sola victoria: el pasado 8 de abril ante el Ibiza (1-3).

Los datos lo argumentan con la pobreza del fútbol ofensivo que generan los rojiblancos, quienes, por contra, este año han mejorado de forma sustancial su rendimiento defensivo. Pero arriba siguen atascados, llegando a cuentagotas al área rival, con poca fluidez y escasa capacidad para superar líneas. Desde aquel primer desplazamiento a Leganés, donde Ramírez se estrenó como técnico visitante con el Sporting, el equipo solo ha sido capaz de hacer gol en cinco encuentros. En los ocho restantes (el 61,5%), se fue con su marcador a cero. «Nos ha faltado continuidad en las transiciones. Cuando recuperábamos, poder juntar más pases que nos permitieran tener control», lamentó el preparador canario en Andorra.

En el Estadio Nacional, hasta la irrupción de Hassan, un estimulante recurso por su velocidad y su uno contra uno, el Sporting estuvo desaparecido en las inmediaciones de Dani Martín, terminando por disparar dos disparos a puerta. Cierto es que las situaciones de los gijoneses fueron más peligrosas que las del Andorra, con varios acercamientos prometedores como el primer remate de Djuka, la acción de Hassan o la última de Otero. Pero el balance vuelve a ser muy pequeño. Similar al del día del Oviedo, con un tiro a puerta y un córner a favor; al de Ferrol, con otro disparo entre los tres palos y cuatro córners botados; y, en la primera jornada, en Valladolid: dos tiros a puerta y dos saques de esquina. El Sporting es incómodo para el rival en defensa y muy aplicado en la presión, pero no termina de rematar la faena.

Dando prioridad a esa fase defensiva, que le está dando réditos estadísticos, 'MAR' lleva semanas buscando fórmulas para afilar el ataque y transformar al Sporting en un equipo ganador a domicilio. Para muestra, su libreta. En estos cuatro partidos, el entrenador rojiblanco ha usado tres sistemas de juego diferentes. Desde el 4-2-3-1 del arranque, al 3-4-3 del derbi. Ya en el Estadio Nacional de Andorra, se decantó por un 4-4-2, la formación más empleada de Ramírez en este inicio de temporada. Además, la selección de futbolistas para el ataque, también por los problemas físicos de Otero en el inicio y la ausencia internacional de Djuka, ha variado mucho más que otras líneas, con varias discusiones abiertas. Una, la posición de Fran Villalba.

El valenciano, salvo un puñado de minutos en el choque de Andorra, ha jugado siempre partiendo de la banda (izquierda o derecha, como en Andorra), lejos de los pasillos interiores cercanos al área donde hace más daño por su calidad y visión para la asistencia. Gaspar, uno de los jugadores con más facilidad para ver portería (suma dos goles), fue suplente en el Tartiere y en Andorra, sin atornillarse al once. Djuka continúa peleado con el gol, acusando también el poco caudal ofensivo que se genera como colectivo. Y Otero, con dos tantos, es un atacante interesante en partidos de ida y vuelta por su punta de velocidad, sobre todo cuando juega con una referencia. Pero si el partido no se embala, le cuesta. Hassan, por su parte, ha alternado jugadas aisladas brillantes con largas desconexiones en los partidos.

Tras el viaje a Andorra, el equipo tendrá otra oportunidad para equilibrar su balance el domingo ante el Huesca (El Alcoraz, 21 horas), quien, curiosamente, todavía no ha logrado vencer en casa. En todo caso, Huesca no es una localidad que se le dé especialmente bien al Sporting, que solo logró ganar allí hace cinco años y medio, durante la etapa de Rubén Baraja en el banquillo. El más difícil todavía también lo pone la presencia de 'Cuco' Ziganda en el banquillo. El Sporting no le ha ganado nunca como entrenador, con cuatro derrotas y cuatro empates.