El Sporting vuelve a tropezar en casa

No está siendo el inicio liguero soñado. Tampoco es el momento de perder la calma con el nuevo Sporting de Rubén Albés, pero lo que sí es cierto es que aún queda mucho trabajo por hacer y que los puntos perdidos no van a volver.

La ardua labor en Mareo no solo la tiene el técnico rojiblanco. Los deberes de la dirección deportiva gana mayor importancia tras los dos primeros encuentros ligueros en los que se ha visto a un equipo sin fondo de armario y con titulares que no están dando el nivel.

La preocupación ha de emerger en los próximos días para acudir al cierre del mercado de fichajes con la idea de reforzar la plantilla con urgencia. Lo visto sobre el terreno de juego es la mejor prueba. Falta talento, desborde, solidez defensiva y efectivos para tener un banquillo competitivo.

El duelo ante el Eldense fue muy similar al de la pasada semana frente al Levante. El Sporting comenzó bien, pero el paso de los minutos hizo que se le apagara la luz. Sin claridad, sin orden y con errores defensivos groseros, la mejor noticia para Albés es que el Eldense no fue tan efectivo como el Levante. De haberlo sido, estaríamos hablando de otra situación.

Los visitantes no se arrugaron en ningún momento y tras varios minutos de análisis, se decidió a pasar al ataque. El mejor del partido fue Yáñez. Guille estuvo sobresaliente, pero de no ser por el guardameta el Sporting hubiera perdido. Y que tu portero se convierta en el héroe no suele ser buena señal.

Albés se desesperó con su equipo. Y realizó un cambio cantando al descanso. Curbelo dejó el centro de la zaga para reconocer a Olaetxea junto a Diego Sánchez. Si Crubelo quiere ser titular en el Sporting tiene que subir el nivel. De no hacerlo, no está preparado para jugar de inicio. Sus minutos con la camiseta rojiblanca no son buenos. Lo sabe él y Albés. Tendrán que gestionarlo.

Tras el paso por los vestuarios, el Sporting mejoró. Bernal intentó ordenar el caos con la ayuda de Martín y Méndez, pudo generar el peligro que se esperaba de una plantilla que según David Guerra mejora a la del pasado curso.

Gaspar, Otero, Rosas y Queipo gozaron de las mejores ocasiones. El palo, en el caso de Queipo evitó a El Molinón celebrar el gol del canterano. Fue la ocasión más clara junto a la de Guille Rosas. El lateral sorprendió por la banda derecha y cuando tenía todo para asistir a Gaspar o Dubasin, decidió definir él. Desafortunadamente Dani Martín evitó su tanto.

El arreón se fue apagando poco a poco. De ahí que Albés buscara en Gelabert una segunda oleada. Debutó con buenos minutos, aunque fue insuficiente. Con el equipo partido y muchos de sus compañeros fundidos por el esfuerzo físico, tuvo un buen disparo desde la frontal que obligó a Dani Martín a sacar una mano abajo. Y poco más.

Lo peor es que el Sporting pudo perder en los instantes finales. Marc Mateu estrelló dos balones al larguero. Uno en un saque de esquina y otro tras un error de Bernal a la hora de sacar el balón. La fortuna quiso que la madera evitara la tragedia.

La otra nota positiva de la tarde fue el debut de Iker Martínez en el lateral derecho. Jugó los dos últimos minutos. Apenas pudo dejarse ver, pero es otra muestra de las necesidades que tiene el Sporting de fichar. El cambio fue prácticamente obligado porque Rosas jugó hasta que el cuerpo le dijo basta. Sin recambio, no queda otra que forzar la máquina.

En líneas generales, el Sporting preocupa. Aunque la buena noticia es que esto acaba de comenzar.

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