«Tuvo una vida plena y se fue feliz»

Juan Eraña dejará una huella imborrable y un montón de amigos que ayer le lloraban desconsolados. Un alto porcentaje acudió este lunes al tanatorio para dar el pésame a sus hijos antes del funeral que tendrá lugar este mediodía en la iglesia parroquial de San Juan de Viesques. «Se fue feliz, después de haber tenido una vida plena», aseguraba emocionado su hijo Iñaki, exfutbolista de la primera plantilla, como su padre, y que también se ha ganado a lo largo de los años el cariño de mucha gente.

No podía faltar la representación institucional del Sporting encabezada por el presidente ejecutivo, David Guerra, y por Joaquín Alonso, máximo dirigente de la Asociación de Veteranos, colectivo que tenía a Juan Eraña como uno de sus fundadores.

Los hermanos José Luis y Juan Carlos Ablanedo apoyaron en el dolor a Iñaki Eraña, compañero de vestuario en su día. También trasladaron sus condolencias Espinosa y Claudio. No fueron los únicos. En el tanatorio se entremezclaron jugadores del Sporting de distintas generaciones: Juanele, Rubén Blaya, Chus Abad... No falló Novoa, compañero de Juan Eraña sobre el verde y uno de los técnicos legendarios con los que cuenta el Sporting en su historia.

Uno de los preparadores físicos del primer equipo, Carlos Castroagudín, se fundió en un emotivo abrazo con Iñaki Eraña. Igual que el presidente de la Federación Asturiana de Tenis, Fernando Castaño, íntimo amigo de Javi Eraña, uno de los tres hijos que tuvo el exfutbolista rojiblanco.

Allí coincidieron con el presidente del Grupo Covadonga, Antonio Corripio, que transmitió el respaldo y cariño de toda la entidad a Chechu Villaldea, responsable de la sección de balonmano, y esposo de Icíar Eraña. No faltó Joaquín Miranda, tesorero de la directiva grupista.

Jorge Guerrero, presidente de Aficiones Unidas y de la Federación de Peñas Sportinguistas, acudió con Emilio Llerandi. Los dos presentaron sus respetos a la familia. Lo mismo hizo José María Suárez Braña, antecesor en el cargo. El empresario Arsenio Toral, con el que Juan Eraña mantuvo una buena amistad y hasta una vinculación laboral, también participó en el adiós.

Entre la multitud que se acercó ayer a dar el pésame había, por otra parte, muchos jóvenes. Amigos de los nietos de Juan Eraña, algunos de los cuales fueron compañeros en las categorías inferiores del Sporting de Íñigo Villaldea. Fue el caso de Marcos Trabanco, que llegó a debutar en el primer equipo. Álvaro Alonso Ordás, secretario general de la Cámara de Comercio de Gijón, también se dejaba ver. Y mucha, mucha gente del Corazón de María, donde estudiaron sus hijos.