Extender el diagnóstico genético, el reto del IMOMA

El IMOMA realiza anualmente a unas 300 y 400 familias el diagnóstico genético y cuenta con 300 pacientes para radioterapia. Todas las líneas de investigación que tienen abiertas es para poder trasladarlas al paciente. Para Rubén Cabanillas, los dos grandes retos del instituto a corto plazo son: en primer lugar, extender el diagnóstico genético. «Si tú puedes tener un diagnóstico genético hoy, tienes que tenerlo hoy, no dentro de cinco años. Esa es nuestra obsesión». El segundo, «que todos los pacientes que se puedan beneficiar de una radioterapia de alta precisión para mejorar su calidad de vida, para el control de la enfermedad, que lo hagan».

Para el director médico del IMOMA, en la actualidad conviene incidir en que «ya no hay que centrarse en tratar al enfermo, sino en prevenir las enfermedades. Es necesario promover la salud, evitar que la gente llegue a enfermar e intentar mejorar su calidad de vida». También insiste en la necesidad de trasladar a la población en general «todas las innovaciones que vienen en el mundo de la genómica, de la informática o de la Inteligencia Artificial, porque todas ellas van a permitir democratizar todo eso».