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Unas gafas que no solo protegen del sol sino que tienen efectos regenerativos sobre la retina. Un dispositivo electrónico que analiza nuestra actividad cerebral. Prótesis biocompatibles y biointegrables fabricadas mediante técnicas de impresión 3D que se adaptan a las necesidades de cada paciente. Son solo algunos ejemplos de cómo el uso de la tecnología permite personalizar la medicina; personalizar las soluciones a cada enfermedad. En el terreno de la salud se han ido introduciendo innovaciones en los últimos años; innovaciones que han venido de la mano de la robótica, de la fabricación aditiva, de la inteligencia artificial o de la realidad aumentada y que han propiciado «un cambio conceptual de la medicina».
La Fundación Idonial –que cuenta con una línea de trabajo propia en el ámbito de la salud– reunió esta semana en unas jornadas en su sede de Gijón a los responsables de varios proyectos de éxito. Empresas como la asturiana Immersive Oasis, responsable de una terapia digital que se está probando en diecisiete centros de salud de Cataluña y que ya ha demostrado que da resultado: los pacientes con dolor crónico que han combinado las sesiones de fisioterapia tradicionales con otras, más breves, en las que usan gafas de realidad virtual para realizar una serie de juegos y ejercicios han reducido un 30% sus tratamientos farmacológicos. «Son terapias adaptables al paciente», explicó durante su intervención Gabriel Cerra, CEO y uno de los tres fundadores de la empresa (nació en 2020), con sede en Oviedo.
El Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), por el que pasan una media de 1.100 usuarios al día «de todas las edades, desde prematuros hasta ancianos», es «el escenario ideal para aplicar propuestas innovadoras» porque el abordaje de grandes procesos discapacitantes, como los que ven los más de 150 profesionales del servicio, dan pie a «un mayor despliegue de esas propuestas innovadoras», aseguró el jefe del servicio, José Antonio Fidalgo.
Un ejemplo son los denominados 'corsés HUCA', fabricados mediante impresión 3D para tratar de corregir la escoliosis idiopática en adolescentes y en cuyos últimos diseños han participado investigadores del centro tecnológico de Idonial, utilizando nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y la robótica. Los nuevos materiales empleados en su fabricación no solo rebajan su peso y mejoran la tolerancia al corsé, sino que «reducen el coste casi a la mitad». Está calculado, añadió Fidalgo, que el sistema sanitario se ahorra unos 500 euros por cada unidad. 75.000 euros al año. Al margen de los beneficios económicos y para la salud que llevan aparejados este tipo de corsés, al HUCA –que cada mes recibe a «tres o cuatro» residentes de toda España interesados en formarse y conocer estar práctica– «nos ha puesto en el escaparate nacional».
Otro ejemplo de aplicaciones exitosas de tecnología e ingeniería en el campo de la salud lo expuso el cirujano oral y maxilofacial Santiago Llorente, director del Centro de Cabeza y Cuello Dr. Llorente, con el que Idonial colaboró en la búsqueda de una solución «biocompatible, osteoconductiva y personalizada» de prótesis facial que permitiera una alternativa a los injertos de hueso autólogos (del propio paciente).
En 2014 se inició una investigación traslacional para la fabricación de prótesis faciales reabsorbibles con materiales biocerámicos que resultó un éxito y demostró que estas piezas elaboradas con un material cerámico sintético (el fosfato tricálcico beta) eran «compatibles e integrables».
La bioimpresión, como se encargó de recordar Alejandro Fernández, líder de la unidad mixta de Salud de Idonial, ofrece muchas posibilidades de cara a la fabricación de piezas para implantes a la medida de las necesidades de cada paciente. Pero también para generar apósitos capaces de regenerar heridas crónicas.
La ventaja principal de la fabricación aditiva es que «reduce mucho los tiempos». Además, es «relativamente económica: «Está en la línea de las soluciones comerciales», expuso Juan Carlos Piquero, coordinador de Mercado de Idonial.
Otra de las líneas de trabajo es la generación de medicamentos personalizados que se presentan en formato de gominola, lo que los hace mucho más atractivos para los pacientes pediátricos. Están pensados para los niños, pero también para pacientes mayores, con problemas de deglución. Al poder chuparlos, se facilita la administración del fármaco. Es una de las patentes registradas por el centro tecnológico, que cerró la Jornada de Innovación en Salud mostrando a los asistentes el 'bIDOlab3D', el laboratorio de bioimpresión que estrenó a principios de este año.
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Ivia Ugalde, Josemi Benítez e Isabel Toledo
Óscar Bellot | Madrid y Guillermo Villar
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