El Gobierno no autorizará la regasificadora «hasta que la demanda lo justifique»
Argumenta que son las leyes del mercado las que impiden la puesta en funcionamiento de la planta de El Musel
JAVIER FERNÁNDEZ
Lunes, 16 de julio 2012, 04:37
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El Gobierno decidió el pasado 30 de marzo, mediante la emisión de un Real Decreto-ley, paralizar la entrada en funcionamiento de la planta regasificadora de El Musel (Gijón), cuya construcción lleva a cabo Enagás S.A. y, de momento, no hay cambio de planes.
En respuesta a una pregunta formulada por el senador por Asturias, Isidro Martínez Oblanca (Foro), el Gobierno advierte de que no autorizará su puesta en marcha «hasta que la demanda lo justifique». El Ejecutivo asegura que son las leyes del mercado, en el que se ha producido una pronunciada caída de la demanda, las que impiden que la planta comience a funcionar. Alega, además, que actualmente se está produciendo una importante disminución de las descargas de gas, con un descenso del 15% en 2011 con respecto al año anterior. Una escasez de suministro que, asegura, pone en peligro el sistema de gas.
Para Oblanca, el retraso supondrá «una merma de competitividad de las instalaciones del principal puerto asturiano y restará, además, ingresos por las tasas de ocupación privativa». Cuestiona que el Gobierno permita «la ampliación de otras» plantas al mismo tiempo que paraliza la de El Musel.
Para que este tipo de plantas regasificadoras no se queden fuera de servicio, explicó el Gobierno, se deben mantener unas existencias y una producción mínimas. La caída de la demanda ha provocado un descenso del número de buques que transportan y descargan gas licuado y que posteriormente este tipo de instalaciones regasifican. Si no se reciben suficientes suministros, «se podría llegar a la parada de la planta por agotamiento del sistema, lo que provocaría la incapacidad de reacción ante indisponibilidades del sistema».
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Con el fin de evitar un colapso, se han ido redistribuyendo las descargas de buques entre las distintas plantas existentes, para que todas pudiesen mantenerse en funcionamiento. Sin embargo, debido al descenso de las llegadas de buques, parece que el sistema de gas no puede asumir, por el momento, otra planta más. A mayor número de regasificadoras, mayores dificultades de mantener todas las plantas con una producción y un flujo superiores a la cantidad que las llevaría al parón. Es por esto que el Gobierno no considera «prudente que nuevas plantas regasificadoras comiencen a funcionar».
Las previsiones son contrarias a una mejora de la demanda de gas, y todo apunta a que la situación «puede agravarse» en 2011, según fuentes del propio Gobierno, lo que podría retrasar la puesta en marcha del proyecto aún más. El sector del gas, pese a no tener un problema de déficit de la magnitud del eléctrico, sufrió «un desajuste entre costes e ingresos que superó el 10% de los ingresos regulados en el año 2011», tal y como argumenta el Gobierno en su respuesta.
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