Siderurgia de puertas abiertas

El Museo de la Siderurgia de Asturias (Musi), ubicado en un antiguo refrigerante de Duro Felguera en la ciudad tecnológica de Valnalón en Langreo, celebró ayer una jornada de puertas abiertas que sirvió de colofón a las actividades programadas para celebrar su sexto aniversario y mostrar sus últimas donaciones. Y lo hizo fiel a uno de sus principios, ser un museo vivo.

La visita guiada gratuita, en la que participaron decenas de vecinos, además de ofrecer un mejor conocimiento de la torre de refrigeración, incluyó un recorrido por las antiguas naves de los talleres de Metalsa, donde se estudia la ampliación del museo, y donde en la actualidad se encuentran expuestas máquinas de grandes proporciones entre las que destacan la antigua grúa 'Leona'. Sin olvidar la posibilidad de visitar una antigua vivienda obrera ubicada en el barrio de Urquijo, en el distrito de La Felguera. Un espacio donde se resume la forma de vida cotidiana de los obreras de las antiguas fábricas asturianas.

Una de las prioridades de la actual gerencia de este museo es su acercamiento a los niños. En ese sentido a lo largo del año se organizan numerosas actividades diseñadas especialmente para colegios, junto a otros actos más lúdicos como fiestas de cumpleaños dentro del propio refrigerante. Por ello la jornada de puertas abiertas de ayer tuvo un apartado especial para los más pequeños: un taller en el que podían customizar su propio casco siderúrgico. Una donación de cascos ya inservibles para instalaciones siderúrgicas hizo posible esta actividad. Gracias al ingenio infantil los protectores pasaron a llenarse de colorido, a poblarse de casitas, animales, estrellas, etc.

El patrimonio del museo no para de crecer. Cuenta con más de 600 piezas desde las primeras 60 con las que se abrió en septiembre de 2006, y un importante fondo documental que atesora una gran parte de la historia siderometalúrgica del valle del Nalón y de Asturias. El Musi es un museo muy vinculado al territorio que crece gracias a las donaciones de gente, asociaciones y empresas.

Pendiente queda la atracción de nuevos visitantes, ya que a pesar de ser un museo en pleno crecimiento no se encuentra entre los más visitados de Asturias. En parte por una escasa publicitación institucional del mismo, que ha sido motivo de críticas políticas desde el ámbito local en varias ocasiones.

El futuro del equipamiento

El Musi continúa, a pesar de la difícil situación económica actual, planificando su futuro. Éste pasa por acometer su ampliación hacia las naves de los antiguos talleres de Metalsa, pertenecientes a Arcelor, ubicados cerca del refrigerante, sede del centro de recepción de las instalaciones langreanas. Una idea que se mantiene viva en el patronato que rige el futuro del museo desde 2009, pero que por el momento se encuentra bloqueada ante la imposibilidad de contar con recursos económicos suficientes que poder destinar al proyecto de ampliación del museo.