La patrona de Carreño estrena galas

La imagen de la patrona de Carreño, la Virgen de los Remedios, luce desde ayer nuevas galas obra de la vecina de la parroquia de Guimarán, Maribel Junquera Cortina. La imagen no renovaba su vestuario desde su coronación como protectora titular del concejo hace medio siglo. Según explicó la autora del trabajo, la propuesta vino por parte de Jesús Herminio Sánchez, párroco del pueblo.

En la confección del manto y el vestido empleó un año. Eso sí, «siempre en horas libres y a base de ganchillo y todo de manera artesanal», comentó Maribel de Casa Junquera, como es conocida en el vecindario. Y, como no podría ser de otra manera, la imagen de la virgen fue porteada durante la procesión por la misma Maribel junto a Josefina Cuervo Prendes, María de los Ángeles González Junquera y Mari Carmen Muñiz González. Justamente el mismo séquito que portó la imagen en su coronación.

La jornada de ayer tuvo, por tanto, un significado especial coincidiendo con la celebración religiosa. En torno a la pequeña ermita que preside el santuario de Guimarán se congregaron cientos de peregrinos procedentes de todos los rincones del concejo y también de la región. Y, como manda la tradición, el acto central tuvo como protagonista la ofrenda del ramo a la virgen, elaborado cuidadosamente por los feligreses de Guimarán. A la cabeza de la procesión, desfilaron las autoridades civiles y religiosas acompañadas de la Banda de Gaites Candás. Durante la celebración del solemne acto religioso, las voces de la coral Aires de Candás, dirigidas por Marco Antonio García de Paz, entonaron el himno de la Patrona de Carreño.

Una vez finalizado el oficio, los asistentes disfrutaron de una jornada plena de fervor religioso. En el recinto de la fiesta, los asados y la música pusieron el colofón a la jornada festiva. Las actividades programadas continuarán hoy con una marcha cicloturista que arrancará a las 16.30 horas. La orquesta Assia será la encargada de poner la animación musical de la última gran verbena que estará rematada con una chocolatada popular.