La joven recibirá sepultura hoy en el cementerio de Deva

La sala 10 del tanatorio de Cabueñes recibió ayer numerosas visitas de amigos y conocidos de Silvia Hernández Álvarez, que quisieron arropar a sus padres y a sus abuelas en tan difíciles momentos. El cadáver será conducido a las 11.30 horas de hoy al cementerio de Deva, donde recibirá sepultura. Por el momento no se oficiará un acto de despedida. La familia no se encuentra con fuerzas.

«Era muy buena chica, pero estaba cegada y no veía más allá de estar con Tino por mucho que le dijésemos», comentan sus amigos, aún incapaces de digerir la fatal noticia. Silvia tenía 34 años y era vecina de la barriada de Roces, la misma en la que vivía el hombre con el que hace unos tres años empezó una conflictiva relación sentimental. Él enviudó hace siete años y es padre de una hija adolescente, que reside con la abuela paterna. La pareja convivía por temporadas en el piso de él, ubicado en la calle de los Carpinteros. Fue allí donde el lunes, poco antes de las 7 de la mañana, los sanitarios y la Policía localizaron el cuerpo sin vida de la mujer. Sus familiares se personarán en el procedimiento judicial para «que se haga Justicia». «Queremos llegar hasta el final, esto no puede quedar así», acertaba a decir ayer su padre a las puertas del tanatorio de Cabueñes. Silvia era hija única y sus padres están separados desde hace varios años.