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Candás canta a coro la 'Salve Marinera' ante la Virgen del Rosario
La procesión para trasladar el paso a la Cofradía de Pescadores congregó a un multitudinario público en el Paseín
Carreño se llenó de música en la tarde del Sábado Santo para la celebrar la tan esperada procesión de la Virgen del Rosario en Candás.
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A diferencia de la procesión del Santo Entierro –que tuvo que celebrarse en el interior de la iglesia de San Félix–, el tiempo permitió que la comitiva saliera con normalidad a la hora señalada.
Cubierta con un velo negro que le tapó el rostro, la Virgen del Rosario recorrió las calles de Candás acompañada de cánticos y un gran fervor, no sólo de las cofrades, sino también del resto de espectadores, venidos de diferentes puntos del concejo.
A mitad de camino apareció la lluvia, pero eso no pudo con los vecinos y siguieron con ella hasta llegar al Paseín. Allí la esperaba un multitudinario público, toda la villa se encontraba reunida junto al antiguo Consistorio, ya con el paraguas abierto, a la espera de las primeras notas musicales.
Como cada año, un coro improvisado de «gente del pueblo» se unió para cantar la tradicional 'Salve Marinera' y, con tan sólo unos pocos ensayos antes del día grande, consiguieron que la velada fuera única.
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Justo al lado del mural que representa esta misma escena celebrada desde hace más de cien años, Candás enmudeció, conmovida. Sólo unos pocos siguieron la letra, aunque sin eclipsar la gran actuación de estas voces.
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Al terminar, un sonoro aplauso resonó en toda la villa y la procesión continuó rumbo a la sede de la Cofradía de Pescadores.
Abriendo el paso, además de la Banda de Música de Candás, se encontraba «la siguiente generación» de la cofradía de la Virgen del Rosario, entidad que organizó el acto.
Seis niñas y dos niños acompañaron en el luto al paso. Era la novedad de este, y Lola González y Lucía Reigada, de nueve años, participaron emocionadas en la procesión. «Vamos con ella, vestidas de negro, porque murió su hijo. No está sola», dijeron las dos mientras caminaban con el resto del grupo. Al llegar al muelle, la procesión terminó y se veló a la Virgen hasta altas horas de la madrugada, como marca la tradición candasina.
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Este domingo saldrá por última vez para el Encuentro con su hijo. A las 11.30 horas comenzará la procesión que los reunirá y volverá a sonar, una vez más, la 'Salve Marinera'.
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