Retoman las obras del cuartel de Mieres que se pretende esté operativo en 2025

Pero son unos trabajos que se han iniciado tímidamente; «abren el portón, mueven algo de material pero no vemos mucha actividad», explica uno de los vecinos de la zona. La planificación del proyecto estipula que estos trabajos se prolongarán durante algo más de un año, por lo que la finalización está prevista aproximadamente en el verano de 2025.

Quedaría pendiente adecuar el inmueble con nuevo mobiliario, los sistemas de seguridad y de comunicaciones, entre otros, que se esperan se vayan licitando al tiempo que se concluyen los trabajos, por lo que se necesitarían unos meses más para que fuese efectivo el traslado a las nuevas dependencias, dando así por concluido una ocupación temporal del antiguo centro de salud que ya suma 14 años.

El antiguo cuartel se derribó en 2016, con un coste de 186.190 euros, pero no se inició la ejecución del nuevo hasta febrero de 2021, tras años de retrasos e incertidumbre; y se detuvo al poco tiempo por la presencia de nivel freático (aguas subterráneas) por encima de la cota de fondo de la excavación. La culminación de la construcción del edificio estaba prevista a finales de 2022. En el periodo en que sí que hubo obra solo se había certificado el 1,84% de la misma, por un importe de algo más de 57.000 euros. En febrero de 2022 Interior autorizaba un modificado del proyecto inicial que implicaba un aumento del presupuesto de casi un 19%, hasta llegar a los 4,2 millones de euros.

El proyecto inicial no había tenido en cuenta la inestabilidad del terreno que presentaba varias filtraciones de agua, siendo esta la causa principal de los primeros parones en los trabajos.

Fue en 1995 cuando se constató que el viejo edificio ubicado en la avenida de México padecía aluminosis en el hormigón, algo que podía provocar el desplome súbito por la pérdida de resistencia de las vigas. Esto supuso que los agentes fueran trasladados al antiguo ambulatorio Mieres-Sur, recinto que se encuentra al lado de La Mayacina.

El cuerpo lleva desde 2011 ocupando dichas instalaciones cuando iba a ser una medida «temporal». Se trata de una dotación, con servicio de montaña, policía judicial, unidad canina, intervención de armas y tráfico, sumando en conjunto un contingente de aproximadamente unos 80 profesionales.

El proyecto incluye dos edificios, uno de servicios y un segundo inmueble completamente independiente, en el que habrá diez viviendas. En el edificio oficial, la planta baja se destinará a las dependencias de atención al público, mientras que en el primer piso se ubicarán las oficinas y salas de trabajo de los diferentes servicios. Además, en el proyecto original se contempla que el nuevo complejo contase con un vial interior que unirá las calles Gijón y Luarca y que será de uso exclusivo del acuartelamiento.