Emotiva despedida al joven motorista de Pola de Siero: «Era un chaval maravilloso»
La iglesia de San Pedro acogió este lunes el funeral de Daniel Diego Vigil, de 21 años, fallecido el sábado tras chocar con un coche en la carretera de Muncó
Lágrimas y mucho dolor llenaron este lunes la parroquia de San Pedro de Pola de Siero, la cual se quedó pequeña para acoger el multitudinario adiós a Daniel Diego Vigil, el joven motorista de 21 años que falleció el pasado sábado tras impactar con un coche mientras conducía su moto, de gran cilindrada, por la carretera de Muncó de esta localidad.
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Familiares y amigos por igual seguían sin creerse que 'Danidie' se hubiera ido de una forma tan brusca en un accidente tan fatídico. Por ello, La Pola se volcó en arroparles durante todo el fin de semana; sobre todo por tratarse, como según comentaban los vecinos a la puerta de la parroquia, de «una desgracia que no tiene límite, una persona tan joven...».
«Era una maravilla de chaval, como pocos hay. Buena persona, amable, respetuoso y un gran compañero; lo tenía todo», declaró emocionado Moisés Hevia, dueño de la pizzería La Forna, donde trabajaba el joven. «Se lo dije ya a sus padres, pero si yo tuviera un hijo querría que fuera igual que él: siempre voluntarioso y con una sonrisa», añadió con la voz entrecortada por la emoción.
«Le encantaba la moto y el fútbol, pero sobre todo salir con sus amigos», comentó Aitor Pañedo, vecino del fallecido
La felicidad que transmitía y «lo fácil que hacía reír a los demás» eran también lo que recordaban su grupo de amigos, varios de ellos vecinos de la misma calle y también íntimos del hermano, como Aitor Pañedo. «Daniel –decía rodeado de un gran grupo– era muy majo. Le encantaba la moto y jugar al fútbol pero, sobre todo, salir con sus amigos». Todo ello salió a la luz durante el funeral, oficiado por el párroco de la villa, Fermín Riaño, a quien le pudo también la emoción al haber visto en los registros la fecha en la que sus padres llevaron a Daniel a bautizarse, hace 21 años. «Os quedáis sin sitio en esta iglesia como pocas veces he visto», reseñó, mientras destacaba «lo buena persona, deportista y gran estudiante» que era, estando presentes muchos de sus compañeros de clase de Técnico de Rayos. «Él era buena gente gracias a vosotros, a su familia y amigos. Le pedimos a Daniel que nos cuide desde la distancia, porque el amor que le tenemos no pasará nunca», concluyó el párroco.
Fueron los aplausos y las lágrimas los que marcaron la llegada del féretro del joven motorista a la iglesia. Lo llevaban a hombros sus amigos. Acompañado hasta el final.
La DGT pone en marcha una campaña contra la siniestralidad
El destino o la casualidad han querido que el mismo día en que se despedía al joven sierense, la Dirección General de Tráfico (DGT) iniciase en Asturias una campaña especial de control y vigilancia de motocicletas, que se extenderá hasta el próximo domingo 12 de mayo, en el marco del plan para reducir la siniestralidad en la región.
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Según informa la DGT, esta campaña va a continuar a lo largo del año en aquellos períodos en que se prevea una elevada circulación de motocicletas.
El parque de motocicletas ha crecido en la región durante la última década un 37% hasta llegar a casi 69.000 unidades registradas. A ello se añaden los factores climatológicos favorables de los últimos años que provocan un mayor número de días para el disfrute de estos vehículos y el crecimiento de la movilidad, especialmente durante los meses estivales, motivado también por la afluencia turística.
El Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Asturias junto con la Jefatura Provincial de Tráfico han realizado un detallado estudio de la accidentalidad grave y muy grave de estos vehículos durante los años 2022 y 2023. De los datos recopilados, se observa que la siniestralidad en motocicleta representa un porcentaje bajo de la general y, sin embargo, el número de fallecidos y heridos graves por usuarios de estos vehículos es significativamente elevado, tanto que solo en 2023, 15 de las 38 personas que fallecieron en vías interurbanas en el Principado conducían motos.
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