Vecinos y ecologistas se oponen a la ampliación del vertedero de La Zoreda

El anuncio del Consorcio para la gestión de residuos sólidos de Asturias (Cogersa) acerca de su intención de ampliar el vertedero de La Zoreda tras el fracaso de la incineradora no pilló a vecinos ni ecologistas por sorpresa. Algo que no quita que la noticia fuese recibida con intranquilidad e indignación por unos y otros. «Hace tiempo que sabíamos que esto iba a terminar así», señalaba ayer a EL COMERCIO el presidente de la Asociación Cultural y Medioambiental Amigos de Campañones, Alfredo García, para quien la situación «no hace más que empeorar con los años».

Alfredo es, además, uno de los afectados que más de cerca sufren los 'efectos secundarios' de un vertedero que ya fue ampliado en dos ocasiones y que, tras esta nueva acometida, alcanzará una altura de 230 metros sobre el nivel del mar. La del vertedero, explica, es «la historia de nunca acabar. Los políticos no hacen más que diseñar proyectos y echar tiempo para luego no hacer nada. Ahora plantean esto como una solución hasta 2020, pero entonces volverá a llenarse de residuos y se les ocurrirá otra cosa...», lamenta, y señala a la incineradora como una posible solución al problema. «La gente dice que traerá muchos problemas, pero, claro, como el vertedero no lo vemos más que nosotros, no les importa. Unos proponen reciclar, otros compostar y, mientras tanto, la basura sigue ahí», apostilla.

«Estamos hasta el moño»

Igual de indignados se mostraban ayer los vecinos de Serín, quienes recordaban con amargura la Medalla de Plata que el Principado concedió en 2013 a los vecinos del valle de la Zoreda por soportar durante décadas la presencia del vertedero en sus vidas. «Estamos hasta el moño ya», resumía el presidente de la asociación vecinal San Miguel, Luis Junquera, quien no se muestra partidario de la incineradora, pero tampoco de esta nueva ampliación que traerá «más malos olores y más gaviotas, que pese al uso de halcones siguen siendo una plaga». Reconoce que la situación es «complicada» para los afectados, quienes llevan «años luchando sin ser escuchados», pero, advierte, no se piensan rendir. «Molestaremos y haremos lo posible por frenar esto, pues es lo que nos queda».

Los ecologistas, por su parte, quisieron poner el acento no tanto en la ampliación del vertedero, sino en «todo el proceso y las malas gestiones que nos trajeron hasta aquí. Es el resultado de décadas de no haber hecho nada en materia de residuos», criticaba Paco Ramos, de Ecologistas en Acción. Su colega Fructuoso Pontigo, de la Coordinadora Ecologista de Asturias, va más allá y tilda esta ampliación de «ilegal, pues carece de trámite ambiental». Indica, asimismo, que al igual que ya hicieran anteriormente, denunciarán esta nueva acometida que, por otra parte, ya se esperaban. «Son tan chapuceros y lo llevan haciendo intencionadamente mal tantos años al no buscar más alternativas que el vertedero y la incineradora, que estaban abocados a tener que acometer esta ampliación que, además, no les servirá porque necesitarán un nuevo vertedero dentro de nada», lamentó el conservacionista.