Barbón inicia en Funeres el camino para revalidar su liderazgo en la FSA

«Si hay un sitio donde quiero hacer un anuncio importante, el sitio especial es este», proclamó Adrián Barbón ante más de un centenar de militantes que habían acudido al acto. Por lo pronto es solo un anuncio dado que hasta el próximo sábado que se reúna el Comité Autonómico de la FSA no se convocará oficialmente el 33 Congreso que se celebrará en diciembre. El dirigente socialista argumentó que lo hace «con respeto a nuestra organización, por compromiso con el partido y vocación de servicio».

No por poco sorprendente, el anuncio fue acogido con menor entusiasmo por la militancia. Aplausos instantáneos que se transformaron en mensajes de respaldo al finalizar el acto. A su lado, el primero de sus apoyos con mirada cómplice, la de la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, también habitual en el homenaje de Funeres. Pero hasta allí, rodeando al presidente regional en su discurso, una ristra de cargos socialistas: el senador Francisco Blanco Blanco, el gerente del PSOE, Mariano Moreno, el secretario general del SOMA, José Luis Alperi, la portavoz parlamentaria, Dolores Carcedo, o los alcaldes de Caso, Sobrescobio, Nava y Laviana, entre otros.

Adrián Barbón no se refirió a lo inminente, a las negociaciones sobre el peaje del Huerna, la variante de Pajares o el reparto de fondos europeos. Ni siquiera a la próxima negociación de los presupuestos para 2022. Tampoco, como si ocurriera el año pasado -en la reducidísima visita-, al estatuto de la electrointensivas o la transición energética.

El de ayer, aunque fuese político, era un encuentro clave de partido. Por ello, los retos vasculaban más hacia el ideario socialista y lo recogido en su programa electoral. Aquí encontró su encaje el Estatuto de Autonomía. «Se trata de adaptar nuestro texto marco al presente que nos toca vivir, incorporando derechos, cuestiones que demanda la sociedad y los compromisos electorales», señaló el secretario general de la FSA.

No dio más pistas. Lo único nuevo es que puso fecho al inicio de las negociaciones: este próximo jueves hará un primera ronda con los grupos parlamentarios. No estará Vox, como ya avanzó la consejera portavoz, Melania Álvarez, el viernes. Ayer, en Funeres, lo justificó Adrián Barbón: «Dicen que el mejor estatuto es el que no existe y faltan al respeto de nuestra memoria colectiva al no acudir a la entrega de medallas de Asturias cuando la Oro fue a los padres del Estatuto en el que estaban representadas todas las ideologías».

El tercero, y último, de los anuncios, estaba muy enraizado con la propia simbología de Funeres, la memoria democrática. El presidente asturiano anunció un proyecto de ley que modifique la ley de Honores y Distinciones para que se pueda declarar como hijos predilectos de Asturias a aquellas personas merecedoras de resarcimientos a pesar de que ya hayan fallecido. Esto, según explicó Adrián Barbón, responde a una reivindicación de asociaciones memorialistas que reclaman el nombramiento de hijos predilectos a aquellos asturianos que lucharon contra el franquismo y que, ya en el exilio, hicieron lo propio contra el nazismo. «Algunos asturianos son héroes de Francia y no han sido reconocidos en su tierra», lamentó.

Los dardos a las fuerzas de izquierda de 2020, a las que dijo que debían optar por «la irrelevancia o la influencia en tomar decisiones valientes por Asturias», cambiaron de bando ayer. Sin citar a ninguno, criticó a «los que se intentan apropiar» de la palabra libertad. «Afrontamos la batalla cultural más importante de nuestra generación, la de no permitir que malbaraten o escondan lo que verdaderamente significa la libertad». Adrián Barbón también cargó contra «la derecha de toda signo, que presenta los derechos que vamos conquistando como si fueran una imposición».

«Los socialistas defendemos que cada uno decide con quien se casa, cómo vive, qué decide hacer con su cuerpo o si quiere morir con dignidad. No se obliga a nadie», sentenció el secretario general de la FSA.

El acto, de poco más de media hora de duración, concluyó con los asistentes entonando, puño en alto, 'La Internacional'.