El cadáver de Valdés estaba «hinchado y sin zapatos»

A la espera de que la autopsia arroje algo de luz sobre las causas de la muerte del hombre que apareció el martes en un camino de Setienes (Valdés) los vecinos intentan recuperar la calma. Y es que desde que esa mañana un ganadero del pueblo avistara el cadáver en la zona de La Piniecha no se habla de otra cosa en el concejo y los alrededores. «Nos quedamos con muy mala sensación. No sabemos todavía quién es, pero sea quien sea es muy desagradable tener este fin», balbuceaban los vecinos ayer, con cautela.

No quieren intervenir, de ninguna manera, en la investigación de la Guardia Civil, que insta a esperar al informe de la autopsia del Instituto de Medicina Legal de Oviedo para confirmar o descartar que se trate de una muerte violenta. Por el momento se sabe que el fallecido es un varón, de alrededor de 1,80 metros de estatura y que podría tener entre 30 y 45 años. «Como mucho cincuenta», apuntan quienes le vieron. También afirman que «estaba descalzo», y que parecía «una persona robusta».

«Yo me suelo levantar a las siete de la mañana siempre. Y no escuché nada, la verdad. Sobre las diez, un vecino me preguntó si sabía algo del hombre al que habían matado. Me dijo que había un cuerpo ahí mismo y que casi impresionaba porque estaba hinchado», explicaba con prudencia Luciano Segurola desde el jardín de su casa.

Aunque aún no se conoce la identidad del hombre, que presentaba magulladuras, los vecinos que le vieron no lo reconocen entre los habitantes de la zona. Sin aventurarse, estiman que alguien le haya podido dejar en el camino aprovechando la oscuridad de la noche.

Una hipótesis que podría tener sentido dada la cercanía de la localidad con una de las salidas de la autovía del Cantábrico, A-8. «Parece que lo dejaron ahí para que se viera. No estaba oculto en la zona de maleza. Este camino, en ese punto, está oscuro por la noche, no hay mucho alumbrado público, pero estaba colocado en el camino», aciertan a explicar los testigos sobre su escalofriante recuerdo.

Mientras los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad siguen el curso de la investigación correspondiente, las hipótesis se suceden inevitablemente en el municipio valdesano. Preguntas sobre la identidad del fallecido, cómo llegó allí su cuerpo y, sobre todo, qué le pudo ocurrir rondan la cabeza de los vecinos, que aún no se recuperan del susto. «Nosotros aquí nunca nos metimos con nadie», aseguraba Segurola.

Donde todos coinciden es «en que se investigue y se esclarezca qué le pasó a este hombre, sea quien sea. Y que, en caso de que finalmente de la investigación se desprenda que haya sido una muerte violenta, se dé con las personas implicadas», apuntan los vecinos con seriedad. Mientras tanto, presencian en su tranquilo pueblo las visitas de los agentes e investigadores, que tratan de desarrollar su complejo trabajo en torno al suceso. Una tragedia a la que no están acostumbrados en la pequeña localidad valdesana, que no llega al centenar de vecinos según las últimas estadísticas.

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