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Belarmina Díaz, Benigno Fernández Fano, Francisco del Busto y Antonio Molejón, durante la presentación del plan, en Oviedo. E. C.

El Principado será más exigente con la calidad del aire en colegios y hospitales

Impulsa el Plan de Salud y Medio Ambiente, que incluye 148 acciones que pretenden mejorar la protección de los ciudadanos

MARCO MENÉNDEZ

OVIEDO.

Miércoles, 14 de noviembre 2018, 04:01

El Principado está dispuesto a minimizar al máximo el impacto que los distintos factores medioambientales pueden tener en la salud de los asturianos. Para ello, cuatro consejerías han colaborado en la confección del Plan de Salud y Medio Ambiente, que cuenta con 148 acciones concretas a desarrollar en los próximos cinco años.

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Este plan fue presentado ayer en la sede de la Consejería de Salud. Participaron el titular de este departamento, Francisco del Busto; el viceconsejero de Medio Ambiente, Benigno Fernández Fano; el director general de Salud Pública, Antonio Molejón; y la directora general de Minería y Energía, Belarmina Díaz. Fue Molejón el encargado de desgranar las trece áreas temáticas en las que se divide el plan, que pasan por la calidad del aire, calidad del agua, ruido, residuos, riesgos biológicos, riesgos químicos, radiaciones electromagnéticas, cambio climático, ordenación del territorio, riesgos medioambientales en etapas vulnerables, papel del sector sanitario, evaluación sanitaria de riesgos ambientales e integración y difusión del conocimiento sobre salud y medio ambiente.

De ahí salen las actuaciones concretas a desarrollar y son de muy diverso tipo. Una de las más destacables pasa por desarrollar el concepto de 'zonas de alta sensibilidad', que permitirá en determinadas áreas con presencia continuada de poblaciones vulnerables, tales como colegios, hospitales o residencias de ancianos, establecer objetivos de calidad del aire más exigentes que los de la normativa estatal. Está claro que en Asturias preocupa la calidad del aire, por lo que el documento incide en más aspecto, como acometer un sistema específico de vigilancia epidemiológica de enfermedades relacionadas con la contaminación del aire, poner en marcha medidas específicas en los puertos de Gijón y Avilés por su elevado tráfico de graneles, fomentar la electricidad y el gas en las flotas de transporte de mercancías y viajeros y sustituir las calefacciones de combustibles contaminantes por otras de gas o energías renovables.

La gestión de los residuos también es importante en esta materia y se pretende fomentar las empresas de reparación de objetos y de venta de productos de segunda mano para evitar que se conviertan en residuos, así como mejorar la gestión de las explotaciones ganaderas.

Francisco del Busto indicó que «el Principado aborda un conjunto de factores del entorno sobre los que razonablemente la administración puede actuar». Sanidad llevó a cabo la coordinación del trabajo para que «la salud sea el centro de todas las políticas públicas», apuntó Antonio Molejón, quien resaltó la colaboración de más de 400 personas en la confección de este plan y la aportación de 28 municipios que representan más de las tres cuartas partes de la población asturiana.

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El papel de la Dirección General de Minería y Energía se basa, según Belarmina Díaz, en «promover acciones de energías limpias en los medios de transporte» como ejemplo de los llamados sectores difusos, es decir, aquellos con pequeñas emisiones individuales pero que en conjunto suponen una cantidad muy importante. Por su lado, Fernández Fano resaltó la importancia de la participación social en la elaboración de este documento, que será publicado por el Boletín Oficial del Principado el próximo viernes y estará a información pública hasta el 17 de diciembre. Se prevé esté listo en el primer trimestre de 2019.

Áreas temáticas

  • Calidad del agua: Los objetivos pasan por mejorar la garantía de la calidad de las aguas destinadas al consumo humano en Asturias, así como reducir la concentración de contaminantes en las aguas superficiales y subterráneas, mejorar la calidad de las aguas de baño y afianzar la coordinación entre administraciones.

  • Calidad del aire: Reducir las emisiones de contaminantes a la atmósfera desde el sector industrial se considera básico, pero también desde el transporte y la movilidad en general. Mejorar la situación a nivel residencial y en el sector terciario también es un objetivo fundamental, así como fomentar el conocimiento de la sociedad.

  • Ruido: Se pretende identificar las zonas más afectadas y los principales emisores sonoros de la región con el fin de reducir la exposición de la población al ruido, en especial el procedente del tráfico y las actividades económicas. También se pretende mejorar el control sobre actividades ruidosas.

  • Residuos: Reducir en 2020 un 10% los residuos generados en 2010, incrementando la recogida separada y mejorando su gestión. Para ello, se precisa mejorar el control de las actividades de producción y gestión de residuos, al tiempo que se impulsa la sensibilización de los ciudadanos.

  • Riesgos biológicos: Mejorar el conocimiento de la administración autonómica sobre este tipo de riesgos, haciendo especial hincapié en su gestión. Para ello, se considera necesaria una estructura permanente de comunicación entre las autoridades de sanidad animal, recursos naturales y salud pública.

  • Riesgos químicos: Identificar las actividades que pueden generar un riesgo, al tiempo que se reforzará el control mediante la cooperación y coordinación entre las administraciones, y mejorando el nivel de formación de los implicados en la inspección, vigilancia y control de sustancias químicas.

  • Radiaciones electromagnéticas: Promover el uso seguro, sensato y apropiado de las tecnologías de la información y la comunicación, garantizando el cumplimiento de la normativa y de los límites de exposición en relación con las radiaciones electromagnéticas de baja frecuencia.

  • Cambio climático: Mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero en sectores difusos como el transporte, la agricultura, la ganadería, las residencias o los comercios. Avanzar en la adaptación al cambio climático en la región, prevenir sus efectos en la población más vulnerable y monitorizar sus incidencias en la salud.

  • Ordenación del territorio: Fomentar entornos urbanos sostenibles en el contexto del Área Central de Asturias, promoviendo la eficiencia energética en el diseño de urbanizaciones, edificaciones y rehabilitaciones. Concienciar sobre la necesidad de un cambio del modelo urbano.

  • Riesgos ambientales en etapas vulnerables: Difundir información sobre los riesgos durante la gestación, lactancia e infancia, al tiempo que se prevé reducir la influencia de los factores ambientales en la salud durante esos periodos y mejorar la protección de la salud desde una perspectiva de género.

  • Rol del sector sanitario: Implicación del Servicio Público de Salud en la implantación de estrategias para la mejora de la salud ambiental, fomentando la investigación sobre esta área y la coordinación entre los distintos sectores implicados en salud y medio ambiente.

  • Evaluación sanitaria de riesgos ambientales: Implicar a la administración sanitaria en los procedimientos administrativos de evaluación ambiental y mejorar los métodos de evaluación en materia de riesgos ambientales. Será necesario mejorar la información y la comunicación de las evaluaciones sanitarias.

  • Difusión del conocimiento sobre salud y medio ambiente: Integrar y organizar la información relevante sobre salud y medio ambiente producida por organismos competentes, presentándola de forma útil y fácilmente comprensible. Impulsar la formación en salud ambiental.

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