Consejo Escolar y sindicatos reclaman suprimir las vacaciones de Semana Santa

Como es un debate que siempre se cierra en falso, vuelve a reabrirse una y otra vez. Hace ya algunos años que Asturias discute sobre su calendario escolar, sus criterios y la necesidad o no de modificarlo. La comunidad fue, de hecho, pionera en ese planteamiento y el modelo que en su momento presentó la Junta de Personal Docente no Universitario y que fue rechazado sí se aplicó en la vecina Cantabria, donde está en vigor. Ahora ha sido el Consejo Escolar del Principado el que ha reabierto el debate. Lo ha hecho en su informe sobre 'El estado y la situación del sistema educativo asturiano 2017-2018', en el que plantea un largo listado de propuestas de mejora. La décima dice: «La sustitución del calendario escolar determinado por las fiestas religiosas y la tradición por un calendario escolar pedagógico equilibrado y racional en la districución de los días lectivos que favorezca el proceso de enseñanza aprendizaje».

El órgano parte de la base de que «el calendario debe ser equilibrado en cuanto al reparto de los días lectivos contenidos en cada una de las evaluaciones». El principal problema se encuentra con las vacaciones de Semana Santa. Maxi Fernández, portavoz de UGT, lo explica así: «Las fechas de la Semana Santa son variables. El año pasado, el segundo trimestre duró desde enero hasta abril. Los niños acabaron muy cansados y el último trimestre fue muy corto». Así que, al menos, a juicio de este sindicato, debería cambiarse eso. La propuesta es que se podría descansar solo los días festivos (de jueves santo a domingo), dejando la semana de vacaciones para el momento más adecuado, para partir de forma más equilibrada las evaluaciones.

UGT intenta, de este modo, proponer una modificación pero siendo prudente, visto que «es imposible que acepten el otro calendario». Ese 'otro' calendario es que aplicó Cantabria y al que CC OO no renuncia: «Una semana de descanso cada siete semanas de clase, para aumentar el rendimiento del alumnado», explica Borja Llorente. «Tiene que haber un calendario escolar que se base en criterios pedagógicos y no religiosos. Coincidimos con la posición del Consejo Escolar para homologarnos con otros países, como Francia. Y tampoco hace falta salir de España, en Cantabria lo están haciendo». La propuesta se concreta en siete semanas de clase al inicio de curso y una de descanso en noviembre. Respetar la Navidad. Siete semanas más lectivas y una de vacaciones en febrero. Una última semana de descanso tras la Semana Santa, dejando tan solo los cuatro días tradicionalmente festivos. Defienden los sindicatos que en ningún caso estas propuestas son para favorecer al profesorado, ya que «se mantiene el número de días lectivos que con el calendario religioso».

Por su parte, ANPE no está de acuerdo y defiende el calendario «tradicional, respetando las fiestas actuales y aprovechando algún festivo ordinario, como el 1 de noviembre, para que haya algunos días de descanso a mitad de los trimestres más largos». Gumersindo Rodríguez rechaza que se hable de una semana de vacaciones en noviembre, como ha sucedido en este curso, ya que «no es cierto. El día 1 de noviembre era festivo nacional. Se añadieron los dos días anteriores. Pero se habla de cinco días de vacaciones, contando sábado y domingo».

La consejería, por el momento, siempre ha dicho que debería haber unanimidad para afrontar cualquier cambio.