Coronavirus en Asturias | Salud alerta de que la situación todavía es «crítica» y «sería un error relajarse»

«Son tiempos difíciles. La situación aún es crítica». El consejero de Salud, Pablo Fernández, que ayer se sometió en la Comisión de Sanidad de la Junta General del Principado, a una batería de preguntas de los grupos parlamentarios, y el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño, que compareció ante este mismo órgano, coincidieron ayer en el mensaje. Asturias ha logrado en los últimos días contener y rebajar «discretamente» la incidencia de la covid-19, pero la situación sigue siendo de riesgo extremo. Porque, con una incidencia acumulada de 406 casos por 100.000 habitantes en los últimos catorce días, el Principado sigue en el nivel de riesgo 4, el más alto, en el que lleva ubicado desde finales de octubre.

«Aunque los indicadores vislumbran un cambio de tendencia, no dejan de ser muy elevados». Por eso, subrayó Fernández, que ante esos «visos de mejora» nos confiemos, bajemos la guardia y nos relajemos, «sería un error». Principalmente, porque todavía no se ha conseguido frenar la transmisión comunitaria en esta segunda ola.

Fue en lo que insistió poco después Cofiño: «Hay un descenso de la incidencia en la última semana, pero la situación aún es crítica. Esto es importante de cara a no bajar la guardia con las medidas que hemos tomado».

Sobre todo porque, subrayó, el número de casos puede volver a crecer rápidamente. Fue algo que ya se vio en otras comunidades, en las que con una curva descendente, se registraron importantes repuntes. Es un escenario que los responsables de la Consejería de Salud no quieren para Asturias. Y no lo quieren porque eso pondría en una situación muy delicada a un sistema sanitario que, pese al descenso de casos y la estabilización de las hospitalizaciones de los últimos días, aún soporta un nivel de presión elevado. «La situación de enero puede ser muy crítica si tenemos una tercera ola», advirtió Cofiño, que no es ajeno a la «fatiga» que arrastran ya muchos profesionales sanitarios.

La importancia de no tener una incidencia alta ahora mismo «es garantizar la atención correcta, tanto a pacientes covid como no covid», añadió el director general de Salud Pública, que señaló que el ascenso más tardío que tuvo el Principado respecto a otras comunidades hará que también el descenso se produzca más tarde.

El mensaje que tanto Cofiño como Pablo Fernández trasladaron ayer en la Junta es la necesidad de mantener las medidas de restricción de la movilidad y los contactos, dos cuestiones que se han revelado «clave» para contener los contagios. «Para nosotros no hay nada más doloroso que las medidas del 3 de noviembre», reconoció el director general de Salud Pública en referencia a la suspensión temporal de la actividad no esencial, «pero es que las del 14 de octubre» -las de la fase 2 modificada- no funcionaron». Entre otras cuestiones, porque no eran más que meras recomendaciones.

En el turno de fijación de posiciones, el diputado de Foro Adrián Pumares criticó por «ineficientes» los cierres perimetrales de las principales ciudades. «La movilidad no es el problema, sino la interacción», aseguró. La diputada de Podemos Nuria Rodríguez reclamó normas más restrictivas para los centros comerciales y aumentar los controles para detectar incumplimientos de las mismas. La popular Beatriz Polledo calificó de «tomadura de pelo» la información facilitada por el Gobierno acerca de los informes que sustentan las medidas restrictivas aplicadas. «Carecen de firma y fecha», afeó.

Laura Pérez Macho, de Ciudadanos, resaltó la importancia de evaluar dichas medidas para saber en qué se ha «fracasado» mientras que Sara Álvarez (Vox) lamentó la «falta de proporcionalidad» del Principado a la hora de adoptar estas decisiones.