Videollamadas para reunir a las familias

Muchos llevaban tiempo limitando su vida social para asegurar que llegarían libres de virus a las mesas familiares. Otros, los que venían de fuera, siguieron la llamada de Salud y acudieron a hacerse una PCR antes de reencontrarse. Las familias numerosas tuvieron que hacer cálculos, porque contra la covid, la división hace la fuerza. Limitadas las reuniones a seis familiares no convivientes de dos 'burbujas', la prudencia y la responsabilidad obligaron a poner menos platos sobre la mesa, a pasar algo de frío, a dejar los abrazos para tiempos más amables y a retirarse antes.

Pero el calor de la familia también se siente por videollamada. Así lo experimentaron en Langreo los Rodríguez Quiñones, que sumaron a sus mesas un comensal, la tablet, para cenar juntos en la distancia. Por primera vez, los Alférez Martín no viajaron a Salamanca para celebrar las fiestas, pero desde Oviedo presumieron de menú asturiano y brindaron con los suyos a través de la pantalla. Hubo que tomar decisiones difíciles, como la de las hermanas Balmori, que celebraron el poder juntarse con su madre aunque faltara una de ellas. Y con los núcleos familiares reducidos al máximo y Reino Unido en una situación más que delicada, los Espinosa Toimil también decidieron por consenso pasar la fiestas los cuatro solos, eso sí, conectados gracias a la tecnología. Esperemos que estas sean las últimas 'Navidades en la burbuja', porque en casa de los Ordiz Lorenzo el año que viene habrá un comensal más.