«Cada uno en su casa para poder volver a juntarnos»

La langreana María Antonia Quiñones decidía hace unos días, junto a su hijos y nietos, no celebrar las fiestas navideñas juntos. Sus cuatro hijos no faltan a su cita navideña, cada año llegaban desde distintos puntos de España para estar juntos. Este año no pudo ser. «Lo decidimos por responsabilidad y por la seguridad de todos. No renunciamos a seguir juntándonos y celebrar cosas cuando se pueda, pero para ello era necesario estar cada uno en su casa», relataba Diego Rodríguez Quiñones desde su domicilio en La Felguera. La Nochebuena en esta ocasión la celebró con su mujer Angélica Fernández y su hija Erika, muy diferentes a las cenas de otros años en una mesa de más de diez personas. También prescindieron de acudir a la zona de vinos a saludar a sus a amigos antes de la celebración familiar. Cada casa fue el eje para asegurar la salud de todos.

María Antonia y sus hijos -Fran, Eva, Marta y Diego- cenaron en sus casas y al terminar Diego iniciaba una «videoconferencia familiar de Nochebuena, estábamos todos y todos bien que era lo más importantes», explicó. Las pantallas de móviles y tablets sirvieron para lanzarse besos y bromear. Pero también hubo espacio para la nostalgia. Diego reconocía que «nos dimos cuenta de lo mucho que nos extrañamos unos a otros y de lo importante que es estar juntos». «Por eso, no nos arrepentimos de no habernos juntado en Navidad. Queremos volver a hacerlo, pronto, y estar todos».