«Yolanda brillaba y quien estaba a su alrededor lo hacía con ella»

Hace casi un año que la familia Álvarez Vázquez perdió uno de sus motores vitales. Alegre, perseverante, humilde y sobre todo, cercana con quienes la rodeaban. Así recuerdan sus padres, Manuel y Otilia, y su hermana Noemí, a Yolanda Álvarez, elegida corverana ejemplar 'in memoriam' tras perder la vida en un accidente de tráfico.

«La gente quería a Yolanda e iba donde estuviera ella», cuenta su hermana, Noemí. Muestra de ello era la cantidad de clientas que llegaban cada día a su casa para hacerse las pestañas con ella. Un negocio en el que Yolanda había comenzado su camino hacía diez años, cuando conoció a Mariana Smirnova, quien le despertó la ilusión por este mundo después de un fallido curso del que salió «desanimada». Por entonces «no había nada igual, fue una pionera y creció muchísimo» aunque eso no le hizo despegar los pies de la tierra ya que «buscaba unificar la estética y creía que había espacio para todas».

Ese espacio, convertido ahora en un pequeño santuario, comenzó en el pasillo de su casa al que las clientas llamaban «su rinconcito de paz», como explica su madre. En él, Yolanda cultivó algo que iba más allá de la belleza física: «Mucha gente apoya el proyecto porque Yolanda la ayudó con su divorcio, a cuidar de sus hijos... Trascendía. Era la experiencia de estar con ella, la humanidad que tenía y el entusiasmo por la vida».

Y es que para ella, nada era imposible por lo que ante cualquier problema «era muy resolutiva, tenía capacidad de tirar para adelante, no se quedaba en la cama llorando si algo fallaba». Esa perseverancia, y también su carácter reivindicativo ante las franquicias estéticas que solo cometían «desastres», fue lo que la llevó a crear Yolinda´s World, su marca personal con la que, entre formaciones, cursos y cercanía, se forjó un nombre dentro de la industria.

Una mujer «hecha a sí misma», como muchas otras en el mundo de la estética, algo que le gustaba reivindicar y que ahora su madre admite que está comprobando al hacerse cargo del negocio junto a su familia y junto a Laura, quien se encarga del local. Una responsabilidad con la que se toparon de lleno tras el fatal accidente. «Cuando llegamos a casa nos encontramos con un almacén lleno de producto, con unas expectativas de negocio increíbles, con un montón de puertas abiertas... y sin Yolanda», cuenta Otilia.

Sin embargo, pese al dolor, la familia ha sabido sacar las fuerzas necesarias para continuar con lo que un día fue el sueño de Yolanda, reabriendo su centro de estética en Avilés para homenajear un espíritu destinado a «ayudar a las personas a crecer».

Ellos mismos reconocen que no ha sido fácil retomar el negocio, especialmente al principio ya que «a nivel emocional fue una bomba». Sin embargo, lograron sopreponerse a las pérdidas y a diversos problemas para reavivar el espíritu de Yolinda´s.

«No porque pase el tiempo lo llevas mejor porque creo que esto no se lleva bien nunca, pero te vas viendo con más energía para ser tú quien lo haga» cuenta Noemí, quien además de su trabajo al frente del primer centro de terapia de mano en Asturias, estudia pestañas, organiza formaciones, crea los cursos... Sin perder de vista jamás la admiración por su hermana a quien «le encantaba estar en familia».

Mañana Corvera rendirá en la gala Corvera Ejemplar su particular homenaje a una mujer que «brillaba y quien estaba a su alrededor brillaba con ella». Hoy lo hará su familia, recordando su eterna sonrisa, en el día en el que la joven cumpliría 28 años.

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