Un hueco menos junto a Los Gallegos

Objetivo conseguido. Una valla metálica asegura un tramo, antes peligroso, del paseo peatonal a la orilla del Nalón entre las localidades de Blimea y Sotrondio, en San Martín del Rey Aurelio. Justo en el punto donde el pasado 2 de diciembre se cayó hasta la orilla del río un matrimonio de invidentes, vecinos de Blimea, mientras daban su paseo matinal por la zona.

El accidente se produjo en las inmediaciones del puente de Los Gallegos y los afectados sufrieron varios traumatismos y largas semanas de recuperación y rehabilitación. Habían pedido la reparación de ese tramo de barandilla, que dejaba abierto un hueco, aunque sin éxito.

Ahora, al fin, los trabajos de reparación se iniciaron el pasado jueves, con lo que se dan por finalizados cinco meses de tensa espera por parte de Fernando Taboada y su esposa, María Jesús González, quienes habían iniciado una recogida de firmas para que se solventaran las carencias de esta zona ante la falta de iniciativa del Ayuntamiento, que llegó a pedirles que acreditaran que paseaban por allí de forma habitual.

Sin embargo, después de ese desencuentro, algo cambió. Y hace unos días, Taboada y su mujer recibieron una carta del alcalde de San Martín del Rey Aurelio, Enrique Fernández, fechada el 28 de mayo, en la cuál el regidor lamentaba «profundamente el desgraciado accidente» que sufrieron, además de desear que ya se hubieran «recuperado de todos los daños sufridos como consecuencia de la caída en los aledaños del puente de los Gallegos».

Y explica el alcalde en esa misiva que desde el primer momento tras conocer lo sucedido, el Consistorio se puso en contacto con Confederación Hidrográfica del Cantábrico para que otorgase el permiso para reparar el cierre perimetral, que no contaba con una valla de seguridad en el paseo paralelo al río Nalón.

Aunque el contenido de esta carta ha supuesto un alivio para esta pareja, creen que llega «demasiado tarde». «¿Tan complicado es hacer las cosas como corresponde?», preguntan al alcalde ya que consideran que este último no ha actuado de forma adecuada en este asunto, en el que apuntan que vieron «actitudes prepotentes y de ofuscación sin límites». Sostienen que el Ayuntamiento «se desentendió de nosotros desde el principio».

Sí obtuvo este matrimonio un amplio respaldo vecinal en sus reclamaciones. En unas pocas semanas reunieron más de 5.300 firmas, que fueron presentadas en el Ayuntamiento el pasado 14 de mayo. Reclamaban la reparación de la zona en la que esta pareja sufrió la aparatosa caída que les hizo estar varios meses en rehabilitación.

Eso sí, Fernando y María Jesús dejan claro que no tienen intención de renunciar a la reclamación patrimonial interpuesta en el Ayuntamiento por los daños ocasionados. «Las diligencias emprendidas seguirán su cauce», señalan.

Preocupación vecinal

No son los únicos, estas dos personas, que han expresado su preocupación por el estado en el que se encuentra este recorrido. En la zona existen varios obstáculos que complican el día a día a quienes pasean por la zona, especialmente a personas de edad avanzada o, como fue el caso de Fernando y María Jesús, invidentes.

En repetidas ocasiones, las quejas vecinales se habían dirigido, sin éxito, al Ayuntamiento para que tomara cartas en el asunto. Y el pasado 2 de diciembre, esta pareja de Blimea sufría un accidente. Fernando se precipitó por un terraplén de aproximadamente unos cinco metros de altura y María Jesús quedó tendida en la acera. Ambos fueron atendidos en primera instancia por operarios municipales que se encontraban en las inmediaciones. Fernando tuvo que ser trasladado al hospital Valle del Nalón.