Cuatro delitos y un solo culpable

En el Juzgado de Lo Penal de Langreo se vivió en la mañana de ayer una situación insólita. A primera hora, procedente de la prisión leonesa de Mansilla de Las Mulas, llegaba un joven de 22 años, del valle del Nalón, A. I. C., para enfrentarse a tres juicios, con tres letrados diferentes y cuatro posibles delitos. El joven, muy tranquilo en todo momento, «estuvo muy colaborador, admitiendo los hechos», a decir de los abogados.

A pesar de su juventud, este vecino cuenta con un amplio historial delictivo y varias condenas en su haber. Historial que ayer se incrementaba al reconocer ser autor de un delito de estafa, un robo con violencia y otro, en una vivienda.

Los distintos letrados llegaron en sus respectivos juicios a un acuerdo, por lo que no llegó a celebrarse ninguna vista. En todas se pidieron penas de cárcel. Así, de momento, deberá continuar en prisión donde en la actualidad cumple condena por delitos similares a los ayer juzgados en Langreo.

Siguiendo la cronología, A. I. C se enfrentó primero a un delito de estafa por el robo y uso de tarjetas de crédito, aceptó ocho meses de prisión, cambió de abogado y admitió el robo con violencia en una joyería de un reloj de oro. En esta ocasión admitió una pena de dos años y un día de prisión y una indemnización que quedó pendiente de valorar.

Minutos más tarde, llegaba la tercera sesión, previo cambio de letrado. En esta ocasión fue condenado a seis meses por vender armas y a otros dos años y un día, por robo con violencia en una casa que estaba habitada.

Todos los delitos se produjeron en el valle del Nalón: el robo de las tarjetas, en la localidad samartiniega de El Entrego; el de la joyería, en Langreo, y el de la vivienda en el distrito de La Felguera.

Estafa telefónica

Hoy, por otro lado, el juzgado langreano celebrará un juicio contra una acusada por un delito de estafa, ya que se considera probado que contrató varias líneas de teléfonos móviles a nombre de terceras personas ocasionando gastos por más de 3.300 euros.

La fiscalía entiende que A. A., vecina de La Felguera, contrató el 12 de diciembre de 2011 dos líneas de teléfonos móviles asociadas a dos terminales que recibió en su domicilio de La Felguera, donde firmó el albarán de entrega. El coste para la compañía fue de 298 euros.

Ese mismo mes, y con otra compañía diferente, contrató otras dos líneas. En esta ocasión los gastos ascendieron a 433 euros. Por el mismo método, ese mismo año volvió a contratar otras dos líneas con sus terminales, en esta tercera ocasión el gasto fue de 970 euros. Repitió la estafa con otra compañía, causando un gasto de 1.038 euros e insistió por quinta vez ocasionando otro gasto de 594 euros.

La fiscalía califica los hechos como un delito de estafa y otro continuado de falsedad. Solicita una pena para la acusada de dos años y seis meses de prisión y una multa de 1.980 euros, además de abonar las costas de los juicios.