Valnalón atiende a cerca del triple de proyectos de emprendedores que en 2007

Las semillas que año a año se plantan en el vivero de empresas de Valnalón echan raíces. En 2014 se han creado 43 nuevas empresas, una más que en 2013. Es el referente nacional de la cultura emprendedora. De hecho, en el pasado ejercicio, 404 personas presentaron su proyecto buscando asesoramiento y la mitad de ellos, aproximadamente, fueron tutelados.

Curiosamente, el 66% de los emprendedores que acuden en la ayuda son residentes fuera del valle del Nalón.

La consolidación de empresas ya en funcionamiento, algunas de ellas diseñadas y desarrolladas en este mismo semillero, suponen la parte más novedosa del plan de fomento de la cultura emprendedora. Supone dar una asesoramiento para que la empresa avance.

El 'ticket de la consolidación'

Mayoritariamente, las consultas se enfocan a temas de comercialización, internacionalización y temas relacionados con operaciones financieras y reformas económicas. En el pasado ejercicio acudieron trece empresas para desarrollar esta faceta en concreto que, además, resulta imprescindible para optar a una nueva línea de subvenciones del Principado, dotadas con 10.00 euros, denominadas el 'ticket de la consolidación'. Así se ha constatado un incremento del 105% respecto a 2013 cuando fueron seis las empresas que pasaron por esta fase. Un aspecto, el de consolidación, que según la coordinadora de Valnalón, Sara Cillero, es «imprescindible para continuar con el programa de fomento de la cultura emprendedora y afianzar el proceso de creación».

Las estadísticas son reveladoras. En 2007, antes de la crisis, el semillero de empresas de la ciudad tecnológica langreana tuteló 68 proyectos empresariales. En 2013, la cifra fue de 183, casi el triple, un aumento que continuó consolidándose en 2014 cuando fueron 208 los proyectos, un incremento del 20% respecto a 2013. ¿Quién emprende? El perfil ha variado, los responsables del servicio confirman que, antes, la mayor parte de los emprendedores venían por vocación. Ahora se ha invertido y, la mayoría, viene por necesidad. El perfil es el de una persona desempleada, de 25 a 50 años, con estudios universitarios superiores y de postgrado.