Los cañones de nieve de Pajares, a pleno rendimiento para poder reabrir
La estación lenense acumula espesores en las zonas baja y media, donde más necesidad había. Fuentes aguanta por las bajas temperaturas
ALEJANDRO FUENTE
EL BRAÑILLÍN.
Martes, 21 de enero 2020, 00:22
Los cañones de nieve artificial de la estación invernal de Valgrande-Pajares se encuentran, desde hace dos días, a pleno rendimiento. El director de la instalación, Javier Martínez Iglesias, destacó ayer que las bajas temperaturas que se registran estos días en El Brañillín -entre siete y ocho grados bajo cero- permiten la puesta en funcionamiento del sistema de innivación. «Lo que no tenemos son precipitaciones en forma de nieve, pero gracias a los cañones podremos disfrutar de espesores de unos treinta centímetros en las zonas baja y media de la instalación, donde menos acumulación había».
La estación permanecía ayer cerrada por el fuerte viento que había en la zona. «Esperamos que con la nieve que estamos fabricando se pueda reabrir la instalación en cuanto pase el temporal» para recuperar la actividad en las pistas lenenses, algo que podría ocurrir mañana mismo.
En Fuentes de Invierno la situación es diferente: no hay sistema de innivación artificial -de hecho, no hay ni tendido eléctrico para alimentar la estación, algo que se sigue haciendo a través de generadores-, pero cuenta con otras virtudes. «Tenemos una ubicaión y orientación privilegiadas para mantener los espesores de las nieves que ya nos llegaron el pasado noviembre», apuntó el responsable de esta instalación allerana, Jorge Fernández Fierro. Ha caído algo de nieve nueva en los últimos días, lo que permite mantener los espesores entre los veinte centímetros en la parte baja y el metro y medio en la alta. «Estamos muy satisfechos por como está transcurriendo la actual temporada porque contamos con nieve en las pistas, gracias, también, al trabajo que se hace desde la propia estación».
Usuarios de Valgrande muestran su apoyo «a la plantilla que rechaza dañar a la estación»
Conflicto laboral
El Pajares se trabaja para recuperar la actividad normal en las pistas, pero la tormenta que azota esta estación invernal es otra, la que tiene que ver con el conflicto interno en el seno de la plantilla. Ahora son los usuarios quienes opinan de los problemas que hay entre los trabajadores y que, señalan, afectan al funcionamiento de la instalación y a la propia imagen de la misma. Y es que en la memoria colectiva todavía resuena la amenaza de 'plante' por parte de los empleados el pasado 11 de enero. Esta medida suponía, en la práctica, la paralización del complejo, ya que los operarios no acudirían a sus puestos. Sus reclamaciones son varias: al problema de la necesidad de inversiones se añade -indican los trabajadores- la situación estructural de la plantilla. «No se están cubriendo bajas ni las vacantes de en torno a una docena de empleados que inexplicablemente no se cubren en las áreas de nieve artificial, remontes, clínica, limpieza y personal de taquilla, con la consiguiente dificultad y perjuicio para la prestación del servicio al público», reprochan. El efecto más llamativo conduce a la «reducción del número de remontes operativos, servicios y en las condiciones del personal, afectando al estado general de la instalación, que con el avance de la temporada de esquí irán a peor».
Pese a que finalmente no hubo paro, solo el anuncio de que se podría producir ya generó malestar, porque al haberse hecho el 5 de enero llevó a los esquiadores a elegir otros destinos. Algunos usuarios fieles a la estación lenense indicaban ayer que «una minoría -de la plantilla- intenta imponer sus planteamientos, normalmente son los que más ruido hacen pero no son los más numerosos. La mayoría calla y otorga, muchas veces presionados por esos compañeros, pero no quiere decirse que sea la posición dominante. Sus artes, en ocasiones, rallan la ilegalidad, como ocurre con las asambleas convocadas irregularmente».
«Esa posición hace mucho daño a la estación y a la imagen de los propios trabajadores», señala un colectivo de usuarios, que dicen apoyar a la parte de la plantilla que pide mejoras sin dañar la estación.