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Gerardo Orviz, en su domicilio, con la carátula del disco que presentó en 2004, 'La Caleya'. JUAN CARLOS ROMÁN

Muere Gerardo Orviz Iglesias, «intérprete innovador de la canción asturiana»

«Con una voz muy peculiar», deja un amplio palmarés y un enorme listado de canciones grabadas: más de 250

A. FUENTE / A. COLLADO / E. RODRÍGUEZ

SOTRONDIO.

Martes, 11 de mayo 2021, 01:10

La primera vez que Gerardo Orviz Iglesias se presentó a un concurso de tonada corría el año 1948. Sotrondio se quedó aquel día maravillado por una voz que ganó el primer premio y, después, enamoraría durante décadas a toda Asturias. Pero antes ya destacaba. Había quedado segundo en una fiesta de prao de Barredos. El pasado domingo, en el mierense Hospital Álvarez Buylla, esa voz se apagó a los 92 años. Una triste pérdida para la cultura de la región, que ayer transmitía su pésame a la viuda, María Luz Blanco Estrada, con quien residía en el geriátrico de Felechosa (Aller).

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Nació un 29 de octubre de 1929 en el pueblo de El Escobal, cerca de Sotrondio (San Martín del Rey Aurelio). «Con solo diez años fue a servir a una casería en Pravia», relataba ayer su biógrafo, Jesús Alonso, con quien también compartió escenario. «Con ocho ya cantaba algo curioso, porque imitaba a un hermano mayor suyo». Con quince comenzó a trabajar en la mina. Primero, en el exterior, pero ya con 16 de ramplero y poco después de picador. Dieciocho años estuvo en el pozo Villar.

Su voz ya era reconocida en la comarca y se consagró en los años 1958 y 1959 cuando ganó, en esas dos ocasiones, el festival 'Rumbo a la gloria' de Radio Oviedo. En octubre de 1962 recibía la llamada que le cambiaría la vida; era para ir a Barcelona a grabar su primer disco. En noviembre de ese mismo año ya se trasladó de forma definitiva con su mujer a la ciudad condal, en la que residió unos 25 años. Allí trabajo un tiempo en alguna fábrica y luego se puso por su cuenta como repartidor de productos de pastelería.

Aun trabajando, no dejaba de desarrollar su faceta artística. Además de cantar, también destacó como saxofonista y hasta en el teatro en el que participaba en el Centro Asturiano de la capital catalana. «Su mujer también formaba parte de la agrupación de danzas», señaló Alonso. En 1965, junto con el coro del que formaba parte en Barcelona, participó en el concurso 'Salto a la fama' de Televisión Española. «Quedaron campeones». En 1988 regresó a Asturias ya jubilado y vivió en Sotrondio hasta hace cuatro años, cuando el matrimonio se trasladó al geriátrico de Felechosa. «Se trata de uno de los intérpretes de tonada con más grabaciones, unas 250 canciones. El último trabajo lo presentó en el Teatro Filarmónica en 2014. «Asturias pierde a todo un referente de la tonada y, en lo personal, era una persona sencilla y, a pesar de su talento, nunca alardeó de sus grandes dotes y conocimientos», añadió su biógrafo.

El tiempo se encargó de unir a Gerardo con el gaitero Valentín Fuente, quien viajó a Barcelona con el tamboritero José Luis García González ('Machacón' hijo) para tocar en el Centro Asturiano de la capital catalana, donde Orviz se encargaba de difundir la música regional.

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De vuelta a su Asturias natal, colaboraba con la coral de Sotrondio, formaba parte de los jurados de los certámenes de tonada, entre ellos, el de El COMERCIO en Gijón, y seguía cantando. Fuente, que colaboró con él en sus últimos trabajos, afirmaba ayer que «se va un referente, a la altura de Juanín de Mieres o los Cuatro Ases. Pero también se va un persona buena y afable y un gran amigo y vecino».

Sin homenajes

«Son pocos los que tienen la capacidad de innovar y tener un sello identificativo. Y no solo por las peculiaridades de su voz, sino porque las letras de sus canciones tocaban temas sociales y políticos. Estaba muy vinculado a las reivindicaciones mineras y contaba su historia de manera muy particular», recuerda el escritor y gestor cultural Ismael González Arias.

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Sus restos fueron incinerados ayer en San Martín. «Dijo que no quería flores ni homenajes póstumos; siempre fue así, sencillo y modesto», añadía Alonso.

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