Urgencias ocupará el gimnasio de rehabilitación en el Hospital del Nalón

Acudir a fisioterapia en el valle del Nalón es complicado para pacientes y profesionales. Desde mayo de 2020, entonces a causa de la covid, este servicio cedió su espacio en el hospital comarcal, en principio de forma provisional, y comenzó a realizarse en los centros de Atención Primaria de Laviana, Sama y La Felguera.

Esta externalización del servicio dura demasiado tiempo a juicio de pacientes y de los propios profesionales; aseguran estos últimos que «la calidad no es la misma, hay mucha lista de espera y al tener repartido el material en los tres lugares, no tenemos lo imprescindible en cada uno de ellos». Pero no es este su único problema, ya que todo hace indicar que perderán la mayor parte del espacio que ocupaban en el hospital. El espacio del servicio de Urgencias, ampliado en 2008, es insuficiente. Al menos así se desprende de las labores de pintura y adecuación al antiguo gimnasio del centro, donde se realizaban las sesiones de fisioterapia, que será utilizado como refuerzo para el área de Urgencias, que de forma casi constante en los últimos años mantiene una alta ocupación. Los fisioterapeutas piden una solución a su situación de «precariedad».

El cambio no ha sido comunicado de manera oficial, y convive con las labores que esperan acreditar al centro por su calidad. El Hospital Valle del Nalón recibía en 2019, por cuarta vez, el exigente sello de calidad de la Joint Commission. Tras el parón de la pandemia, esta semana afronta la inspección para renovar este importante sello de calidad. Lo hace con un problema derivado de la crisis sanitaria, un deficitario servicio de fisioterapia. En mayo de 2020 este servicio se externalizaba, pasó a realizarse en los centros de salud. A día de hoy es el único centro hospitalario asturiano que no ha recuperado este servicio. Entre estos tres centros se repartió la mayoría del material que se empleaba en el área hospitalaria destinada hasta entonces a este fin.

El Valle del Nalón obtuvo la primera acreditación de la Joint Commission en 2008, convirtiéndose en el primer hospital público de España en lograrlo. Las evaluaciones que se realizaron en 2011, 2014 y en 2018 han mantenido al hospital en niveles considerados óptimos en calidad que garantiza el compromiso con la mejora continuada.

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