La Universidad de Oviedo impulsa una EBAU común en toda España para igualar la exigencia de los exámenes

Sin embargo, lo que no es de tanto agrado para la Universidad asturiana son las diferencias existentes entre comunidades autónomas a la hora de organizar esta prueba. Este año no solo cambian los temarios, tanto en contenido como en volumen, sino que también lo hacen los requisitos para que los alumnos puedan presentarse a la convocatoria de junio por segundo año consecutivo. En 2020 un total de siete comunidades –Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura y La Rioja– permitieron que los alumnos que con alguna asignatura suspensa obtuviesen el título de Bachillerato. En estos casos, excepcionales y avalados por un el equipo docente del centro educativo del estudiante, se le permitía presentarse a la EBAU, en lugar del mecanismo utilizado por el resto de las comunidades, que requiere a esos alumnos recuperar dichas asignaturas, y posponer su selectividad a la convocatoria de julio.

Este año, son ocho –se caen de la lista Aragón y Castilla-La Mancha, que regresan al método tradicional, y se suman Navarra, País Vasco y Canarias– las comunidades que levantan la mano. «Evidentemente no es la situación deseable. No es lo que querría la Universidad de Oviedo», afirmó el vicerrector de estudiantes frente a una de las sedes ovetenses, ubicada en el polideportivo del CAU. Para cortar este tipo de desigualdades, la Universidad de Oviedo, en colaboración con el G-9 –una asociación sin ánimo de lucro formada por las universidades públicas de Cantabria, Castilla La Mancha, Extremadura, Baleares, La Rioja, Navarra, Oviedo, País Vasco y Zaragoza– pretende presentar una variante de cara a próximas convocatorias que iguale las condiciones de los estudiantes de todo el territorio nacional.

«Estamos trabajando duramente para que esto no vuelva a suceder. No lograremos una prueba nacional, porque hay comunidades, como Cataluña o el País Vasco, que tienen unas peculiaridades, pero sí lograr que el examen sea coordinado, justo e igualitario. Al igual que estamos trabajando en que este examen sea más práctico y no tan memorístico», detalló López.

Precisamente la prueba de acceso a la Universidad realizada en Cataluña está siendo objeto de polémica, de nuevo, este año. El motivo es el examen de Castellano, por las preguntas sorprendentemente fáciles que se formularon. «¿Es correcta la frase 'El coche fue aparecido'?», es solo un ejemplo de un examen que algunos profesores han calificado para «alumnos de párvulos».