«Podemos se aproxima peligrosamente a la desaparición»

-La Nochebuena empezó para usted y otros 22 compañeros con una expulsión como aperitivo.

-Oficialmente en la tarde-noche del 23 de diciembre, llegó la comunicación de la Comisión de Garantías de que se ejecutaban esas expulsiones pendientes. Aunque hay quince días para alegar, probablemente no sirvan para nada.

-¿Qué insultos ha dicho, uno de los argumentos para decretar su expulsión, ha dicho?

-Reto a cualquier persona a que las busque en cualquier medio de comunicación, en cualquier entrevista que se me haya hecho que busquen un insulto mío o alguna palabra altisonante hacia alguien. Nadie lo encontrará. Otra cosa son opiniones discrepantes y críticas a la dirección de Podemos, que entiendo que entra dentro de lo que es la democracia y la participación en un partido. Sólo faltaba que no pudiéramos tener opinión propia.

-¿Por qué desde el minuto uno, desde que decidió presentarse a las primarias no han sido más que obstáculos los que ha tenido que sorteando?

-Nos han señalado, por un lado, las personas que ahora forman parte de la gestora en Asturias, que en realidad son las que habían propuesto desde Madrid para las primarias para dirigir Podemos Asturies. Nosotros presentamos candidatura alternativa, que es la que gana, y a partir de ahí empieza el hostigamiento y un ambiente hostil hacia nosotros. Luego, por otro lado, este señalamiento es secundado sin ninguna duda por la dirección estatal, por la secretaria general, Ione Belarra, y la de Organización, Lilith Verstrynge, que desde el primer momento nos señalaron a nosotros.

-¿A qué se debe ese hostigamiento que usted dice?

-A que cometimos la imprudencia de ganar unas primarias en contra de la propuesta estatal. No hay otro motivo. La idea del Podemos actual es concentrar todo el poder en un número cada vez más reducido de personas que están en la dirección estatal que desde Madrid pretenden imponer en los territorios sus candidatos y su forma de funcionamiento. Y nosotros eso lo reventamos en el momento en que presentamos una candidatura que ganó las primarias, además con una diferencia importante sobre la candidata oficial. Y estos son los motivos de todo este hostigamento. Nada más.

-Le fueron quitando miembros a su candidatura vía sanciones, vinieron dirigentes nacionales, pero con usted ninguno quiso hacerse la foto... Al final, Podemos fue el gran perdedor de las elecciones autonómicas y locales. La estrategia de Madrid y la gestora de Asturias no funcionó.

-Los resultados electorales fueron pésimos, efectivamente, porque esa hoja de ruta no fue ni está siendo secundada por la gente, por los votantes, que ahora están viendo que ese partido no funciona con la participación, democracia y la transparencia que debería. Los resultados fueron muy malos y en Asturias salvamos la representación institucional, porque en otros territorios ni siquiera. Pero desde luego no es para ponerse medallas porque una sola diputada, cuando en la anterior legislatura teníamos cuatro y en la anterior nueve es un camino muy triste, muy poco satisfactorio.

-Pero la dirección nacional sigue sin asumir esos malos resultados, que luego se agudizaron en las generales.

-Esos malos resultados tienen mucho que ver precisamente con esto, con esas hostilidades, con esa tendencia a gestionar el partido centrifugando personas, expulsando compañeros y presionándolos hasta el punto de que antes de ser expulsados se marchan. Está quedando muy poquita gente en el entorno del núcleo duro de la dirección estatal.

-¿Es Podemos un partido fallido, como lo fue Ciudadanos?

-Las cosas en política pueden cambiar mucho en muy poco tiempo. Yo nunca daría por perdido nada, hay que esperar y ver qué pasa y el tiempo dirá hacia donde va Podemos. Desde luego, nosotros creemos que emprendió un camino erróneo que le aproxima peligrosamente al debilitamiento o incluso a la desaparición.

-¿Seguirá como diputada?

-Ahora empezará la riada de peticiones de devolución del acta de diputada. Bueno, pues ya anunciamos que no, que no se va a devolver a nadie, porque ese acta ni siquiera es mía, es de las personas que apoyaron una candidatura y que la votaron y esas personas lo que están esperando es que hagamos el trabajo para el que nos apoyaron, con lo cual el acta no se va a ir a ningún sitio. Y seguiremos defendiendo unas propuestas para asegurar que el Gobierno de Asturias sea todavía más progresista y valiente.

-¿Su expulsión de Podemos es el inicio de un nuevo proyecto político?

-Podemos necesita una refundación, necesita voces diferentes que sean capaces de aunar voluntades, de ampliar, de construir,

y en ese sentido nuestras expulsiones en este momento nos inhabilitan para presentar una candidatura en Asturias, pero también a nivel estatal, una cuestión que estábamos valorando muy seriamente. Por tanto, lo que tenemos que hacer en Asturias es, desde luego, trabajar por una alternativa que sea capaz de representar a ese espacio electoral que Podemos ha perdido y que quiere concordia y paz y serenidad para trabajar por unas propuestas que defiendan a la mayoría social. Este es el trabajo que nos queda para los próximos meses o años.

-Tras la debacle electoral, ¿cree apropiado que Ione Belarra haya, digamos, recomendado a Irene Montero para liderar la lista a las Europeas?

-No, yo creo que después del resultado electoral debería haber habido un verdadero proceso de reflexión y un proceso en el que se permitiera la participación de todas las personas que formamos parte de Podemos con el fin de cambiar esa hoja de ruta y recuperar el espíritu inicial que consiguió los resultados electorales en 2015 y en 2019. Aferrarse a egos, a personas concretas más allá de los proyectos, es un error absoluto que nos ha conducido a unos resultados electorales malos.

-Usted ha sido la primera en dar su apoyo a los presupuestos. ¿Será más fácil esta legislatura el entendimiento con el Gobierno que en anteriores legislaturas?

-Puede ser y además yo lo quiero y lo espero. Pero por un motivo sencillísimo, porque el contexto político en este momento es complejo y está tomando una deriva que desde luego no es la que nos gusta y entiendo que tampoco al PSOE ni a IU-Convocatoria por Asturies y que no es más que no podemos permitir que la derecha y la ultraderecha vayan ocupando cada vez más espacio. Hasta ahora es verdad que la relación fue fluida, también es verdad que es un contexto diferente en el sentido de que en este caso no gobierna el PSOE, sino que gobierna el PSOE con Convocatoria, una fuerza política con la que tenemos muchas coincidencias programáticas y una conversación fluida y muy positiva y muy productiva.